La crisis ha afectado a todo el mundo y la Federación Española de Baloncesto (FEB) no iba a ser menos, a tenor de lo que se pudo comprobar en la jornada de puertas abiertas celebrada en el pabellón de Bahía Sur y en la que se dieron cita más de 4.000 aficionados a la Eñemanía.

Fue, sin lugar a dudas, las más descafeinada de cuantas ha celebrado la Selección y de la opulencia en regalos a los aficionados en años anteriores se ha pasado en esta edición al reparto de una cuantas camisetas (las que cabían en una bolsa de basura) y un par de decenas de pelotas de promoción del 2010.

Además, en esta ocasión tampoco hubo el tradicional partidillo de aproximadamente diez minutos con el que los jugadores premiaban antaño la fidelidad de los varios miles de personas que desde algunas horas antes esperan impacientes a las puertas del pabellón para coger el mejor sitio posible. Los jugadores se limitaron a tirar unos cuantos tiros triples y sólo Rudy Fernández, Sergio Llull y Claver despertaron al público de su letargo con algunos mates espectaculares. También se llevó una merecida ovación Raúl López, que fue el único capaz de meter canasta desde el centro del campo.

Posteriormente se dirigieron al respetable el capitán Navarro y el seleccionador Sergio Scariolo. Ambos agradecieron el calor que han recibido en estas prácticamente dos semanas que llevan concentrados en San Fernando preparando el Europeo de Polonia.

La jornada de puertas abiertas acabó con la tradicional firma de autógrafos por parte de los jugadores de la Selección, que dieron varias vueltas al pabellón hasta que poco a poco fueron abandonando las instalaciones por la zona del estadio de Bahía Sur.