El tiempo en: Chiclana
Publicidad Ai
Publicidad Ai

Desde Conil

Nacida para educar

En una villa marinera de traíñas y almadrabas, nacerá una niña de ojos azabaches, pelo negro y tez morena.

Publicidad Ai
Publicidad AiPublicidad Ai
Publicidad AiPublicidad Ai
Publicidad AiPublicidad AiPublicidad Ai

En una villa marinera de traíñas y almadrabas, nacerá una niña de ojos azabaches, pelo negro y tez morena. Esta pequeña será recibida entre mimos y alabanzas en el seno de una familia humilde y trabajadora. De alma inquieta y espíritu observador, será mecida al compas de las olas y al son del murmullo del viento en su cuna aromatizada de esencias marineras.

Nuestra joven amiga pasara la infancia jugando con las niñas de su barrio y del cole, a juegos tradicionales, como. El pin plato, el elástico, los chinos, los Cromos, el corre que te pillo, la comba etc.… Al mismo tiempo que se divierte, ira impregnando su corazón con los valores éticos y morales que sus padres y familiares le irán inculcando.

Con los años esta niña de sangre fenicia, romana y mora tomara la decisión de estudiar magisterio. Su gran vocación de pequeña por la educación se verá hecha realidad. En uno de sus primeros destinos para educar, conocerá al amor de su vida. Esto ocurría en la capital gaditana.
Esta dama de la enseñanza, es portadora de un apellido que durante siglos se ha enraizado en su pueblo, siendo uno de los primeros en echar raíces en este asentamiento marinero.

Cuenta una leyenda urbana que en el siglo XVIII un maltés que vivía en Conil vendiendo quincalla (metales baratos) por la costa, fue el primero que llego a esta villa marinera. Este maltés, que llamaban Malia por su origen, sería el primero de una larga generación de habitantes de este pueblo.

El apellido de nuestra querida profesora, Varo igual que el apellido Malia identifica a los habitantes de este núcleo urbano fuera de sus fronteras. Este antiguo apellido de origen topónimo, que más frecuentemente aparece escrito como Baro, procede del lugar de Baro (cuyo nombre tomo), del partido judicial de Villa cayo (Burgos, cuyo nombre tomaran los progenitores de las familias hoy así apellidadas, según costumbre de la Edad Media para indicar su origen geográfico.

La rama que paso a Andalucía, que uso con más frecuencia la forma de escritura Varo, tuvo solar importantísimo en la población de Aguilar de la Frontera (Córdoba), documentado por los años 1500. A partir de ahí fueron desplazándose parte de los portadores de este apellido a las costas de la Janda.

Dejemos de un lado la historia y centrémonos en la llegada de esta mujer nacida para educar, a Conil hace aproximadamente 20 o 25 años. Rápidamente esta joven conecta con los vecinos de este pueblo marinero, adaptándose a la forma de ser de los conileños. En los corrillos familiares se comenta con agrado la forma de educar de esta nueva maestra del C. P. los Molinos.

Actualmente imparte clases en el C. P. Tomas Iglesias. Donde armoniza el centro con su vitalidad y alegría, esta es asumida rápidamente por los demás profesores y profesoras. Y por gran parte del alumnado.

Este reconocimiento popular hacia tu persona, va en agradecimiento a tu buena labor como maestra durante un cuarto de siglo. 

Leonor Varo, o como se le llama popular y cariñosamente "Leo”, que sigas por muchos lustros demostrándonos tu profesionalidad con nuestros hijos, y siga brotando de tu corazón el cariño y la amistad hacia ese colectivo humano que formamos el colegio Tomás Iglesias.

Padres, alumnos y profesores.

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN