El sindicato CSIF, a través de su sector de Administración Local, ha comenzado a mediar en el conflicto que desde hace dos meses mantienen los agentes de la Policía Local de Minas de Riotinto con el Ayuntamiento de esta localidad minera. Aunque la confrontación se recrudeció desde el pasado mes de septiembre, la central sindical apunta que los primeros desacuerdos comenzaron a principios de año cuando se impuso el cuadrante “en el que no se respetaban los ciclos de trabajo ni los descansos entre turnos”. Además -según explican desde CSIF- al contar con pocos efectivos (un total de cinco agentes con edades comprendidas entre los 53 y los 57 años) “se modificaba la jornada para cubrir los tres turnos con más de 100 cambios en relación al cuadrante inicial, lo que ha hecho imposible la conciliación de la vida laboral y familiar”.
Éste fue el inicio de un conflicto que, a finales de septiembre, se endureció después de que el Ayuntamiento desacreditara públicamente a los agentes de la Policía Local. El sindicato recuerda que la primera edil del municipio emitió un decreto de alcaldía en el que obligaba a los policías a denunciar todas las infracciones de tráfico ya que de lo contrario se consideraría una “falta grave” con la apertura de un expediente disciplinario que supone la pérdida de sueldo y hasta del empleo. Tres días después los agentes denunciaron varios vehículos que se encuentran estacionados en la acera. Esta medida provocó numerosas quejas de los vecinos ante lo cual “la alcaldesa desmintió a la Policía Local y atribuyó estas denuncias a una protesta de la plantilla contra el equipo de gobierno, dejando a este cuerpo de seguridad sin credibilidad minando su reputación y su trabajo”, lamenta CSIF.
Desde entonces el conflicto -lejos de solucionarse- se ha agravado tras la decisión de la corporación de trasladar la Jefatura de Policía a una oficina que se ubica en el edificio del centro de salud de la barriada del Alto de la Mesa de la localidad. CSIF denuncia que este local carece de servicios propios, como los aseos, y que por falta de espacio el armero y los vestuarios siguen ubicados en el edificio donde anteriormente se situaba la Jefatura. Además, la nueva localización se caracteriza por los continuos conflictos y reyertas entre los vecinos “con la peligrosidad añadida de contar con un solo policía por turno, lo que pone en riesgo su vida”, advierte el sindicato.
Por todo ello, la central sindical está intentando abrir la negociación con el objetivo de “recuperar la normalidad, mejorar la situación de la Policía Local y garantizar que la seguridad de la ciudadanía este atendida”. La mediación de CSIF entre los agentes y la corporación ya ha tenido como fruto diferentes encuentros con las dos partes implicadas y espera, en un corto plazo, “sentarlos en la misma mesa para desbloquear el diálogo”.