Mayoral sigue marcando tendencia y no sólo a nivel de su sector, la moda infantil, sino también a nivel de gestión empresarial e industrial. Precisamente en el mes de agosto su presidente, Rafael Domínguez de Gor, ha recibido un galardón concedido por la Escuela de negocios IESE y el grupo Celsa, por tener la fábrica que mejor estrategia ha desarrollado y más ha contribuido a la competitividad económica en 2015.
El premio tiene en cuenta la orientación a largo plazo de la empresa, la reinversión de los beneficios, la optimización de los sistemas de información desarrollados internamente y la renuncia a la financiación bancaria.
Y es que la compañía malagueña, cuenta con 12 filiales comerciales y tiene presencia en otros 75 países con más de 9.200 clientes en todo el mundo. Además, ha consolidado su propia cadena de tiendas con más de 180 puntos de venta y, desde 2013, su plataforma de ventas online está disponible en Reino Unido, Francia, Irlanda, Portugal y España.
Lo cierto es que la firma que nació hace 75 años como un pequeño negocio de medias y calcetines es hoy una gran marca que el año pasado facturó 270 millones de euros y que este año prevé consolidar.
Aún así, a pesar de ser un referente a nivel nacional e internacional -el 77% de sus ingresos provienen del exterior-, y de vender 25 millones de prendas al año, su presidente asegura que el objetivo de esta empresa familiar “no es ser más grandes, sino ser mejores”.
Sede central en Málaga
Mayoral, bajo el lema “Mayoral hace amigos”, cuenta con 1.100 empleados y 3.000 modelos diseñados al año. Tiene su sede en Málaga, y sus instalaciones se dividen en dos edificios: el principal con una superficie de 55.000 metros cuadrados, donde se encuentran las oficinas centrales recientemente ampliadas con la aportación de 4.000 metros cuadrados colindantes, y parte del almacén logístico y el auxiliar de 20.000 metros , dedicado exclusivamente a la logística. Esta gran infraestructura se completó en 2012 con un almacén automático que se aloja en tres naves colindantes.
