El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, ha descartado que en la cumbre extraordinaria de la eurozona de este martes se llegue a una solución sobre Grecia porque "sería demasiado simplista" y aunque ha afeado al Gobierno de Alexis Tsipras que abandonara las negociaciones de forma unilateral y sometiera a referéndum una propuesta que "no existe", ha apostado por negociar un acuerdo, la única opción "obvia".
"Tenemos que encontrar una solución. Esa solución no va a llegar de la noche a la mañana. Si llegáramos a una solución esta noche sería una solución demasiado simplista", ha explicado Juncker durante un debate con la Eurocámara para hacer balance de la presidencia letona, marcada por la crisis griega.
"Lo que vamos a hacer esta noche es hablar el uno con el otro, entender a cada uno, mostrar tolerancia hacia el otro y volver a poner en orden a la situación", ha explicado.
Aunque Juncker ha afeado que "la delegación griega abandonó las negociaciones", algo que "fue un error serio" porque "no se abandona las negociaciones cuando no se han completado", y ha insistido en que "ahora lo que toca es volver a la mesa de nuevo". "Es el camino obvio a seguir", ha insistido.
"La Comisión Europea seguirá trabajando para la reapertura de las negociaciones con Grecia", ha prometido Juncker, que se ha cuestionado "¿qué sería de la Unión Europea si nos dejáramos de hablar el uno al otro?".
"Ahora es el momento para aquellos con sentido común, razón y con un grado de emoción para negociar", ha incidido, si bien también ha dejado claro que "es inaceptable que la Comisión Europea sea calificada de terrorista por el Gobierno griego". "No es el tipo de Europa que queremos", ha dicho. "Ha llegado el momento de para estos ataques, de dejar de dispararse en la cadera", ha insistido.
Eso sí ha insistido en que compete al primer ministro griego explicar "lo que significa" el voto del pueblo griego porque se hizo en base a una pregunta "sobre un texto que no está ya sobre la mesa" y "no representaba la situación que existí el domingo", en alusión al hecho de que no se sometió a voto la última propuesta ofrecida por los acreedores.
"Y el primer ministro griego lo sabe muy bien que la pregunta que se hizo al pueblo griego no representaba la situación que existía el domingo", ha lanzado, al tiempo que ha dejado que por ello pedirá a Tsipras "que explique el voto griego". "Porque la pregunta es irrelevante, como cualquiera familiar con el proceso de negociación sabe", ha apostillado.
Con todo, Juncker se ha mostrado conciliador y ha pedido "dejar al lado los egos". "Sigo creyendo y siempre creeré que un Grexit debe evitarse. Estoy en contra de un Grexit", ha insistido, al tiempo que ha vuelto a dejar claro que "las respuestas simplistas son las soluciones incorrectas".
"La nación griega es una gran nación. Y expulsar a Grecia de la Unión Monetaria o de la Unión Europea es algo que no queremos o debamos querer. Y como este es el caso, la Comisión Europea seguirá trabajando hacia una reapertura de las negociaciones con Grecia", ha agregado, insistiendo en que ha trabajado "muy duro" para tratar de llegar a un acuerdo.
"Vamos a hablar, vamos a negociar y vamos a bajar el volumen de la retórica", ha concluido, insistiendo en que le compete al Gobierno griego "explicar hoy en Bruselas" cómo salir de esta situación.
"Queremos entender qué es lo que ha dicho el pueblo griego. Me dicen que no es un no a Europa. No es un no al euro y desde luego no es un no al documento porque no está sobre la mesa. La pelota está en el tejado del Gobierno griego", ha concluido, al tiempo que ha prometido que puede contar con la Comisión para "hacer todo lo que sea necesario" para llegar a un acuerdo "dentro de un plazo razonable".