Algunos rezagados buscaban temprano las terrazas abiertas, daban paseos por el centro, confundiéndose con las máquinas de la limpieza, que intentaron hacer un buen trabajo, que fue contrarrestado por el fuerte levante que se desató en las primeras horas de la mañana.
Pero ya por la tarde la ciudad empezó a llenarse de gente ávida de motos, exhibiciones y demás expectación. Los puntos elegidos fueron, como ocurriera el año anterior, la zona del centro comercial El Paseo, donde la UIP (Unidad de Intervención Policial) tuvo que disuadir a los moteros que, incitados por los propios aficionados, comenzaron a hacer el 'caballito' y demás piruetas con sus motos, y la zona de Bahía Mar junto a la avenida de Europa y Valdelagrana. A un lado y a otro de estas avenidas se empezó a concentrar gente desde pasado el mediodía, con sus sillas de playa y sus bebidas, para asistir como meros espectadores al transitar de los moteros. En cada uno de estos puntos hubo control policial, con varios furgones de la Policía Nacional desde bien temprano, con apoyo más tarde de la Local.
Pero ya fue a partir de las cinco y las seis de la tarde cuando las avenidas comenzaron a ser intransitables, con amplias colas tanto en sentido Jerez como Cádiz, extremándose así la vigilancia y la seguridad en los puntos calientes, los dos centros comerciales. Valdelagrana permaneció algo más calmada, pero no mucho, debido también a las dotaciones policiales ubicadas en la oficina de Turismo del paseo marítimo, que parece que relajó un poco a los más rebeldes.
La situación fue clara. Por segunda jornada consecutiva el paseo José Luis Tejada quedó más alejado de las miradas de aficionados y moteros. El centro es cierto que pierde empuje con respecto a las zonas aledañas, pero todavía hay visitantes que preguntan a los agentes por la famosa jaula que se colocaba hace años ya en la Ribera del Marisco y Micaela Aramburu, para el disfrute de los aficionados y el lucimiento personal de los moteros.
No es menos cierto que el centro se llenó de espectadores a pie, en su mayoría moteros y visitantes que han aprovechado el puente de mayo para acudir a la ciudad, como otros años, y una jornada más el parking de Pozos Dulces registró una más que considerable buena entrada.
Según fuentes consultadas, a lo largo del viernes, principalmente entre la mañana y la tarde (puesto que la noche estuvo mucho más floja, habiendo motos tan sólo hasta las dos o las tres de la madrugada), hicieron una caja que rondó los 8.000 euros (a dos euros el día por moto). Aunque no guste la idea de ir andando, la gente se acostumbra a dejar el vehículo aparcado y dar un paseo, pero sí es cierto, como confirman los agentes de la Policía Local, que puede haber menor número de motos.
La diversión en el centro estuvo concentrada, una vez finalizó la hora de la comida, en distintas barras de discotecas situadas en la calle, en los ambulantes del parque Calderón, y en una exhibición de motos antiguas Carcoma 2009, que fue un caramelo para muchos moteros, que incluso se quisieron fotografiar con los conductores de estas reliquias.
También es cierto que estas amplias concentraciones hacen que la gente se disloque y no fueron pocos los espacios peatonales ocupados por las motos, como las aceras de El Tejar, calle Larga, plaza Peral, del Polvorista, etc. Se comienza a invadir un terreno más complicado, puesto que toman parte de los derechos de los ciudadanos.
Un policía herido
A pesar de que el concejal de Policía Local, Carlos Montero, destaca la tranquilidad y ausencia de incidentes graves en la noche del viernes, tanto por el buen comportamiento de ciudadanos como de visitantes y del funcionamiento del dispositivo preparado para la ocasión, hay que lamentar que un Policía Local resultase herido alrededor de las dos de la mañana del sábado, según confirman las fuentes consultadas por este medio.
Un quad, en el que viajaban dos hermanos de idénticas iniciales, D. R. B., de 20 y 31 años, se saltó uno de los controles de la Policía Local, y uno de los agentes en la persecución fue desestabilizado, cayó al suelo y sufrió una rotura del radio. Los dos infractores fueron detenidos finalmente.
Por otro lado, ayer fue detenida una persona por conducir una moto robada, pasando a la Comisaría para declarar al cierre de esta edición. Por otro lado, al filo de las 19.30 horas, un chaval se puso a quemar rueda en la puerta del cuartel de la Guardia Civil, con el consiguiente ruido que supone esta cabriola, consiguiendo los agentes detenerlo tras un intento de huida fallido.
El viernes, los accidentes de tráfico existentes fueron de carácter leve, siendo una caída de una minimoto de dos menores de 16 años en la calle Valdés, otra caída de un ciclomotor en la antigua N-IV y otra en la avenida de América.
Por otro lado, los agentes intervinieron un total de 62 vehículos, siendo catorce ciclomotores, 27 motos, 17 quads y cuatro minimotos. Además, que conozcan los agentes, se robaron unas cuatro o cinco motos, siendo recuperadas dos.
En cuanto a las atenciones en los distintos botiquines y puntos de asistencia sanitaria repartidos por la ciudad, hubo un total de catorce actuaciones, todas de carácter leve y un traslado al hospital Santa María del Puerto, sin importancia.
El edil de Policía Local muestra su satisfacción por la tranquilidad y el buen funcionamiento del dispositivo durante el primer día y confía en que esta jornada pasada y la que queda de hoy domingo sean igualmente tranquilas y sin incidentes.
Comerciantes y hosteleros
La jornada del viernes parece ser que fue más positiva para los comerciantes y hosteleros que la mañana y tarde de ayer. Con todo, las expectativas estaban puestas en la noche de ayer, aunque algunos eran reticentes a la buena marcha de la jornada debido a los encuentros futbolísticos existentes a nivel nacional. Pero será hoy cuando haya que hacer un recuento. Con todo, la crisis económica está dejando huella también en este premio, como ya se esperaba. Pero quizás algunos comerciantes estaban preparados y otros no.
Destacan que viene menos gente pero con suficiente dinero para gastar, puesto que ahorran a lo largo de un año entero y por eso no es raro encontrar las terrazas de muchos bares llenas hasta altas horas de la tarde, siendo mejor la situación actual, por seguridad sobre todo y control, que anteriormente. Compensa más ganar algo menos y contar con menos presión. Otros en cambio confirman que “esto tan sólo es la migaja de lo que fue entonces”, refiriéndose a la época en la que el centro de la ciudad permanecía abierto a los moteros, siendo más atractivo para los visitantes el municipio en general. Ahora se imponen las zonas aledañas como Valdelagrana, puesto que también existe mayor libertad para actuar y tener cerca sus motos, que es lo que principalmente echan de menos los moteros. Acoval (Asociación de Comerciantes de Valdelagrana), instaló un cartel en la entrada de la urbanización solicitando a los moteros un poco de mesura y cuidado a la hora de disfrutar de este barrio, donde se han acometido verdaderas atrocidades.
Pero está claro que donde se ponga un establecimiento que tenga abierta su cocina todo el día es más rentable que uno que sólo quede para las tapas frías del mediodía y el aperitivo. Y así lo destacan algunos hosteleros del centro, que sí notaron el incremento de sus ventas por esa misma razón. A pesar de todo, un fin de semana especial como éste es un impulso e incentivo para algunos comerciantes, que lo agradecen.
Ambulantes
Los ambulantes instalados en el parque Calderón ayer vivieron una buena jornada de visitas, ya que durante toda la tarde no cabía un alfiler en este recinto, pero lo importante, que es comprar, apenas se estila, ya que la mayoría prefiere mirar y no adquirir productos. Principalmente se suele encontrar mercandaising del Gran Premio, así como complementos.
Los comerciantes ambulantes destacan, al igual que el sector de la hostelería, que fue mucho mejor el viernes que ayer sábado, y es que, es la particularidad de este año, que el hecho de que el puente haya condicionado la llegada de la gente, un día antes, también provoca que la jornada fuerte se concentrara en el viernes, que también era día festivo.
Con todo, hay precios que también se adecúan a la situación de crisis, por eso hay quien ha apostado por vender la misma calidad un poco más barata, y otros en cambio simplemente han preferido no incrementar los precios, dejándolos igual que el año pasado. Pero las ofertas anti-crisis también se han dejado ver entre los ambulantes.