Andalucía es mi tierra. Yo soy del sur. Ser andaluz es algo que llevo por bandera y, para satisfacción, es algo que le ocurre a prácticamente todos los que hemos nacido en este bendito rincón del mundo. Andalucía es mi tierra y la quiero, y la defiendo, y la creo la mejor tierra del mundo, la del mayor talento, la del mayor potencial, la del mayor arte, la que arranca y empuja, la que sufre cantando, la que madruga aunque no siempre se le ayude…
Y eso no hace sino provocarme más dolor cuando veo qué le están haciendo a mi Andalucía, cuando veo que, por muchos años que pasen, seguimos siendo la comunidad con más paro, la que lidera las colas a las puertas de los comedores sociales, las listas de familias acudiendo a Caritas por su lamentable situación económica.
Dice nuestro Himno que “sea por Andalucía libre”, pero ¿libre de qué? Amén de lo anterior, está claro que necesitamos una Andalucía libre de fracaso escolar; libre de alumnos que estudian en caracolas. Una Andalucía libre de procesos de escolarización caducos que impiden el derecho de los padres a la libre elección de centro para sus hijos. U
na Andalucía libre de universidades arruinadas por la deuda de la Administración. Una Andalucía libre de recortes en sanidad que ponen en serio peligro los hospitales de varias de sus ciudades. Una Andalucía libre de la desoladora imagen del cierre de centros de acogida de menores.
Queremos y necesitamos una Andalucía libre de variantes sin terminar, una Andalucía libre de centros de salud sin construir; una Andalucía libre de juzgados colapsados o separados de los núcleos urbanos. Queremos y necesitamos una Andalucía libre de interminables colas de coches oficiales, libre de decenas de miles de enchufados en la administración. Una Andalucía libre de tantas y tantas empresas públicas de dudosa eficacia.
Una Andalucía libre de robos al pueblo, de políticos corruptos y de sindicatos más en connivencia con el poder que con el trabajador. Queremos y necesitamos una Andalucía libre de interesadas memorias históricas que dividen más que unen.
Una Andalucía libre de continuos enfrentamientos con el conjunto de España. Sea por Andalucía libre y entonces será por España y la Humanidad. Andalucía una tierra que aporte más de lo que ya hace, que no es poco, pero no gracias a quienes tienen que empujar, sino gracias al talento, la iniciativa y el esfuerzo de miles de andaluces que cada día se levantan, se dejan la piel, se desviven por hacer de ésta lo que realmente es, la mejor tierra del mundo.