Pero tal es la precaria situación laboral que sufren, que denuncian que en la actualidad “ya no nos dan ni las chaquetas verdes del uniforme y hemos decidido comprar nosotros mismos rebecas blancas baratas en el Zara tara para ir más o menos todos vestidos de la misma manera, con pantalones negros”.
Además de no contar con uniformes, estos cuatro trabajadores alegan que tampoco cuentan con ropa de protección adecuada a su funciones, ya que “ en invierno pasamos frío y hasta llegamos a mojarnos cuando salimos a la pista a recoger a los pilotos o a las autoridades”, algunas de sus funciones que como ellos relatan “van desde estar en la oficina de información, hasta servirle un café a la ministra de turno que pase por el Aeropuerto, por lo que no entendemos cómo siendo la cara pública de Aena, ésta sigue manteniendo la concesión a la subcontrata Gesnaer para la que trabajamos”.
Una concesión que se hizo en 2007 y que está a punto de concluir, por lo que estos trabajadores pasan también por un momento de incertidumbre laboral.
Pese a ello, han tomado la decisión de realizar huelgas de 24 horas cada viernes, días en los que “nos dedicamos a empapelar el Aeropuerto con nuestras quejas y a informar a los turistas de que no podemos ayudarles debido a nuestra situación”.
Principalmente, cuando hablan de explotación laboral hacen referencia a que “cobrando tan sólo 686 euros al mes, tenemos que trabajar todos los días del año, incluidos festivos, sin cobrar las horas extras que trabajamos y sin tener derecho a vacaciones, ya que las bajas laborales las tenemos que cubrir entre nosotros mismos”.
Respecto a las horas extras, denuncian que Gesnaer les adeuda un montante de más de seis mil euros a cada uno de ellos, y que además “no se nos suministra el material de oficina necesario, teniéndolo que comprar con dinero de nuestro bolsillo, inclusive los mapas de información, y sin poder luego reclamar nada, ya que la empresa no mantiene contacto alguno con nosotros y la única información que nos han remitido es que si seguimos con nuestras justas revindicaciones, nadie nos va a querer contratar”.
Por ello piden que Aena tome cartas en el asunto y les aplique el convenio de las chaquetas verdes del resto de aeropuertos españoles, aunque aún no saben si el mes que viene seguirán trabajando.