Los 33.000 metros cuadrados de historia que encierran los Baños del Carmen no pueden quedar, de nuevo, en manos privadas, sin un proceso transparente que garantice una gestión que prime su uso público, de acuerdo con el Partido Socialista.
Los socialistas defienden la recuperación de la concesión, por parte del Ministerio de Medio Ambiente, para, en su caso, someter, de nuevo, su explotación a un concurso que garantice su recuperación como espacio abierto y público.
La concesión, en manos de una sociedad privada desde hace casi un siglo, expira en 2018. Y los nuevos socios que se han hecho con ella negocian prorrogarla para mantener la explotación del enclave otros treinta años más.
