Para comenzar la mañana hemos ido a desayunar, han llegado algunos compañeros que llegaban para el relevo y nos hemos juntado bastantes compañeros. Luego, al mediodía, hemos estado almorzando juntos. Hoy hemos tenido arroz de paella y puntillitas, que nos han traído del bar que nos suele traer la comida.
Por la tarde un grupo de compañeros ha estado en el partido del Cádiz CF, ya que el club nos había regalado unas entradas para poder colocar allí nuestras pancartas, y allí han estado llevando al Carranza nuestra protesta con varias pancartas.
Yo tengo 39 años, tengo dos niños de 20 y de 13, y soy uno de los que no cobra prestaciones, sólo el dinero que percibo de los cursos. Yo llevaba 14 años en la empresa y cuando dijeron que nos quedábamos fuera, la verdad es que lo pasamos muy mal. Quieras o no quieras gracias a ese trabajo, cuando salíamos, podíamos mantenernos. Ahora en casa lo estamos pasando mal sin ingresos. Hoy me llevado al chico mío, ha estado allí con nosotros y se ha quedado un poco asustado de la situación e impactado de lo que tenemos montado allí.
Aquí lo más duro sin duda alguna son las noches. Se pasa muy mal por la incomodidad y por estar pensando en qué pasará mañana.
Para mañana (hoy para el lector), tenemos esa incertidumbre de ver si llega al fin o no esa reunión entre los sindicatos y la Junta de Andalucía, para ver si de una vez alguien nos ayuda. Lo que sí tenemos claro aquí es que hasta que no haya una solución no vamos a abandonar. Yo hoy duermo en casa, tras una noche y pico allí. Me voy a la cama con esa incertidumbre de no saber qué pasará mañana, si se va a solucionar todo y se va a terminar el encierro o si tenemos que seguir más días allí. Estamos ya muy quemados, pero con todo lo mal que estamos, la gente va para adelante. Lo único que no queremos es equivocarnos y seguir luchando con esto hasta el final.
