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La tribuna de Viva Sevilla

Los hilos invisibles

Por este camino llegamos al caos que vivimos en esta crisis y comenzamos el apartado de los préstamos. Los bancos son los encargados de iniciar esta nueva cadeneta que venimos a unir a la guirnalda ya iniciada, pero llega un momento que a estos hay que rescatarlos también por sus deudas.

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Muchas han sido las ocasiones en las que he hecho referencia a esos hilos invisibles que nos dirigen como a simples marionetas o títeres en este mundo. Durante conferencias, charlas, tertulias, y cómo no, entre las páginas de mis novelas hago hincapié en ello. Me reafirmo siempre en que esos círculos de poder ocultos están muy por encima de esos otros a los que solemos echar la culpa de todo lo que nos acontece.

Muchas son las sociedades secretas a las que he estudiado bien de cerca o en la distancia, y muchos sus dispares comportamientos frente a  nuestra sociedad o frente a intereses encontrados. A veces, muchas personas me han preguntado o más bien me han transmitido su ideas respecto a que todo esto le suena a ciencia ficción o simplemente a películas del cine negro americano, y nada más apartado de la realidad.


Planteándolo, tal vez desde lo más nimio, deseo que desarrollen ciertos ejemplos y que intenten tirar del hilo. Pronto comprobarán que nunca van a terminar de deshacer  la madeja.
Vaya un ejemplo para ello.


Un pequeño propietario de un negocio mantiene en la actualidad unas deudas contraídas con sus más directos proveedores, pero éste a su vez es proveedor de una empresa mayor... tiren, tiren, porque a todos les deben dinero por encima de ellos. ¿No es cierto? Por este camino llegamos al caos que vivimos en esta crisis y comenzamos el apartado de los préstamos.

Los bancos son los encargados de iniciar esta nueva cadeneta que venimos a unir a la guirnalda ya iniciada, pero llega un momento que a estos hay que rescatarlos también por sus deudas. ¿Qué sucede? Hay está el Estado para ello, como hemos comprobado hace poco,  pero al Estado se lo presta la Unión Europea. ¿Y si a estos hubiese que prestarle...? ¿Y si a los que lo hicieran, hubiésemos que hacer lo propio con ellos?  ¿Dónde está el dinero? ¿Quién lo maneja por encima de gobiernos e instituciones?  Respuestas, desde el punto de vista de grandes economistas, quizás existen alguna que otra, pero ¿les convencen?


Otra cuestión. ¿Qué sucede bajo esas tramas sobre las que la justicia inicia procesos de enormes proporciones y vienen a dilatarse en el tiempo? Se comienza por investigar un pequeño delito y a cada paso que dan los jueces, estos aumentan y sale más gente imputada. Cada vez personas con puestos de mayor relevancia. Cada vez... se multiplican los millones, pero llega siempre el momento en que la investigación se castra.

Quiero decir más bien eso del que hasta aquí hemos llegado. Que cuando se tira de la manta, incluso con la justicia de por medio, llega un momento en que los casos han alcanzado su cota más alta y bien ya se tiene una cabeza de turco para cerrar los diferentes casos o bien han expirado los plazos o prescritos los delitos. ¿Quién o quienes dan las órdenes para ello? ¿Por qué nos encontramos incluso frente a condenas irrisorias ante la gravedad de muchos de los delitos cometidos? Igual habría que pensar que esas cabezas de turco ya pactaron para que así terminaran las historias.


Tampoco quisiera cansarles exponiéndoles muchos más ejemplos de lo que bien pudiera estar sucediendo a nuestro alrededor, pero sí que voy a decirles con cierta ironía y desfachatez que tengo la seguridad de que leyes, tratados, delitos, comercios, pactos y todo aquello que nos afecta o pueda afectar se establece muy por encima de quienes nos dirigen  directamente y fueron elegidos por los ciudadanos.


No se olviden de que permanecen ahí al acecho moviendo esos hilos invisibles del mundo a su antojo y conveniencia, para nuestra suerte o desgracia, y demos gracias a Dios de que son muchos  y de diferentes ideologías o muchas las causas de sus existencias, y que la balanza juega casi  siempre a nuestro favor en cierta medida, pero cuando se viene a inclinar.... ya saben lo que podría suceder o más bien lo que ha sucedido, en más de una ocasión, a lo largo de nuestra historia.

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