"Si no quiero pagar, que las quite, pues yo las tendré que quitar". Con esta frase resume el propietario de un conocido restaurante de El Rompido la postura de los empresarios hosteleros de dicho núcleo turístico cartayero frente a la subida de tasas que por la instalación de terrazas o veladores aprobó hace unos meses el equipo de Gobierno (Icar, PP y PA) que gobierna en Cartaya.
Unas tasas que según los empresarios hosteleros de El Rompido no ayudan en nada al desarrollo turístico, y menos a su desestacionalización, ya que según aseguran, no tiene en cuenta si la zona en que se encuentra un establecimiento es el centro o el extrarradio del municipio; ni la temporada, ya que no hay la misma actividad en temporada alta que en invierno.
Así se puso de manifiesto recientemente en el marco de un encuentro mantenido por la Asociación Turísitica Rompido Portil (Aturp), que aglutina a cerca de un centenar de empresarios del sector turístico de El Rompido, El Portil y Nuevo Portil, para analizar el borrador de la ordenanza en la que trabaja el Ayuntamiento de Cartaya destinada a regular los espacios para la instalación de veladores, o lo que es lo mismo, mesas y sillas de las terrazas de los establecimientos hosteleros del municipio.
Las principales conclusiones de dicho encuentro en este sentido fueron rechazar que no se contemple una diferenciación de zonas, así como que se no se distinga entre las distintas temporadas alta, baja o media. Igualmente concluyeron que la ordenanza tiene que estar consensuada entre ambas partes y no puede tratarse de una imposición.
Los hosteleros también manifestaron entender que debe haber una norma, aunque "no se puede cobrar a todos igual. Creo que no se puede recaudar lo mismo en el centro que en las calles aledañas, porque el centro es donde más gente va y donde se organizan todas las actividades. Pero aquí parece que todo el pueblo es plaza", aseguró Enrique Carro, del establecimiento La Marea.
En parecidos términos se pronunció el presidente de Aturp, José Salas, quien defendió la “regulación”, aunque insistió igualmente en que “lo que hace falta es matizar, cuantificar por zonas y hacerlo también por épocas".
SUBIDA DE TASAS
No obstante, el asunto que tienen claro en rechazar los empresarios hosteleros de El Rompido es el aumento de tasas que ya ha aplicado el Ayuntamiento cartayero en el último trimestre, y que según denuncian supone pasar de pagar 30 euros por velador y trimestre, a 50 euros en el mismo periodo, independientemente de la zona donde se encuentre el local, y de la época del año.
Y es que según subrayó Cecilio Ceada, del restaurante La Parra "si ellos dicen que hay que pagar esa cantidad, pues nos veremos obligados o a retirar las terrazas o a pagar. Que ellos lo quieren hacer de esa manera, pues, o quitar las terrazas o pagar, que es lo que me han dicho: que si no quiero pagar, que las quite, pues yo las tendré que quitar", añadió.
Otro asunto sobre el que mostraron sus quejas, también relacionado con el pago de tasas, es al de la “falta de servicios” que según ellos viene sufriendo El Rompido. Y es que según denunciaron, dicho núcleo turístico carece de Policía Municipal permanente, de un servicio de limpieza adecuado, de urgencias médicas las 24 horas, y hasta de un cajero automático, en el que sacar dinero, así como lamentan que los servicios que se prestan en unas zonas, no son los mismos que en otras, sobre todo en cuanto a la limpieza. En este sentido apuntaron que si los servicios que se prestan no son los mismos en todas las zonas, la cantidad que se tiene que cobrar tampoco puede ser la misma.
