Un total de 16 asociaciones y agrupaciones participaron y contribuyeron a fomentar entre la sociedad jienense una de las tradiciones más arraigadas en la ciudad. El primer fin de semana del mes de mayo es costumbre que los más pequeños de la casa, después de meses de preparativos, luzcan en las calles sus procesiones.
Concentrados en la plaza de Santa María, la salida de algunas agrupaciones estuvo marcada por la fuerte lluvia que mojó el suelo de la capital. Estas circunstancias dieron lugar a que algunos grupos de niños tuvieran que refugiarse.
Con un cielo caprichoso, con nubes y claros, el resto de agrupaciones desarrollaron su itinerario, partiendo hacia la calle Maestra para recorrer un entorno inmediato.
La edil de Cultura, Cristina Nestares, agradeció la participación de los menores en las procesiones y recordó que la celebración este año ha sido posible gracias al patrocinio de la Sociedad Municipal de Vivienda (Somuvisa) y de la Agrupación de Cofradías y Hermandades de Jaén.
En este sentido, Nestares apuntó que “los niños han demostrado que les gustan las costumbres de Jaén y que quieren parecerse a los mayores, llevando los pasos o vistiendo como las mantillas”.
Y es que en las procesiones no faltaron los detalles. Desde el costalero uniformado con el resto de compañeros debajo de un paso con una Cruz o una Virgen; niñas vestidas de mantillas, músicos e incluso vendedores ambulantes.
Las procesiones fueron sinónimo de la creatividad y originalidad de profesores y escolares y de grupos infantiles de asociaciones vecinales o de hermandades de Pasión, entre otros colectivos.
Todos tuvieron un premio en metálico por su participación, con el que recuperarán la inversión en materiales para la construcción de los pasos y la confección de los trajes que vestían.