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Al Tío Pericón de la Cañá de los Tomates

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La presión con la que tienen sometido al pueblo, no hay si existiera ni un Dios que lo aguante. Pero hay que tener entereza ante tantas penurias, como la que tiene mi compare el Tío Pericón de la Cañá de los Tomates de Algeciras. Porque hace unos días, a pesar de tener a todos los miembros de su familia en paro, sin percibir prestación económica alguna, se explayaba conmigo; llegándome a decir “hasta en no comiendo José, llegamos a fin de mes”.

Respondiéndole que muchos ladrones de guante blanco venidos a menos no se zamparían en su situación ni una marmita de caracoles boyunos, al estar acostumbrados a las babas de los manjares y prebendas abastecidas por sus reatas. Y cuando pierden sus influencias, cocean más que su burra Tomasa, cuando es montada por los machos encebollados sin estar en celo.

El Tío Pericón, que tiene la quijá con menos sustancias que la del caballo del Quijote, soltó una carcajada al oír lo anterior, escupiendo el cigarrillo que llevaba pegado en las comisuras de sus labios, con tanta velocidad o más como corría el yerno del Rey de España, Iñaki Urdangarín, al ser abordado por una periodista en Washington, para ser preguntado por las presuntas causas rateras que se le imputan. Pienso que el futuro para el pueblo español está mucho más negro que para Urdangarín. Por lo tanto, debería devolver todo lo presuntamente logrado con dinero de dudosa procedencia. Y de acuerdo a la justa distribución de la riqueza y de la renta, le recortaba el sueldo a él y a Christine Lagarde, directora del Fondo Monetario Internacional, al haber declarado en prensa que “es un riesgo financiero que la gente se muera más tarde”.

Christine, por tu mare y la mía, benditos sean los pechos que te amamantaron y las manos inocentes que te dieron de comer cuando ni gateabas. Pero en tu madurez exteriorizas con esas declaraciones, que se te ha avinagrado la leche que mamaste. ¡Como se entere el Tío Pericón!, que es probable que les recorten aún más las prestaciones económicas a los mayores españoles. El día que coincida contigo, al no entender de leyes, no te va a tirar un zapato como hizo un periodista iraquí con el tirano Busch, sino que es posible que te unte la cara con una majá de humus de su burra Tomasa, para que se te quede el cutis más hidratado que haciéndote un lifting.

Otro alto cargo que está apañado, presuntamente, es el secretario de Estado de Administraciones Públicas, Antonio Beteta, al declarar sobre los trabajadores públicos que deben “olvidarse del cafelito y de leer el periódico”. Algo o mucho he querido entender de sus palabras, pero dicho como lo ha hecho, ha provocado una gran polvareda, teniendo a las pocas horas que disculparse. Porque los primeros que deben dar ejemplo son muchos altos cargos y otros tantos políticos, al ser lamentable y vergonzosa la imagen que capto de ellos dentro y fuera de entes oficiales o privados, como es el caso del Congreso, con los escaños vacíos en bastantes sesiones plenarias, mostrando que trabajan menos que los Reyes Magos.

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