Esto lo sabe bien María Auxiliadora Sánchez, alcaldesa de Atajate, que se ha marcado como objetivo prioritario conseguir que los pocos jóvenes que aún viven en el pueblo, y en los que están puestas las esperanzas, sigan haciéndolo. Por ello, intenta impulsar el empleo así como distintos proyectos. «Sinceramente, para las mujeres no hay trabajo en este pueblo. Sólo algunas se dedican a cuidar a personas mayores», afirma Sánchez. Y en el caso de los hombres, la construcción se alza como la actividad principal, unida a las labores agrícolas que cada familia desarrolla a nivel personal.
La mayoría de vecinos, como María Guerra, destacan la tranquilidad del pueblo: «Aquí se vive muy bien, aunque siempre tenemos que ir a otras poblaciones, como Algatocín o Ronda, para realizar las compras», asegura. No obstante, las esperanzas están puestas en la actividad turística, en los visitantes que cada fin de semana alteran la vida de los atajateños.