La Junta colaborará con FresHuelva para medir las emisiones de C02 de los productos del sector
A través de la Huella de Carbano, una herramienta creada por Medio Ambiente y Agricultura y Pesca
La Junta de Andalucía colaborará con la Asociación de Productores y Exportadores onubenses de Fresa, Freshuelva, para que ésta pueda medir la emisiones de CO2 de su actividad productiva -asociada a cada producto- a través de la Huella de Carbono, una herramienta creada por las consejerías de Medio Ambiente y de Agricultura y Pesca para apoyar a las empresas e instituciones en la evaluación de sus emisiones de gases de efecto invernadero.
Esta iniciativa, presentada este jueves por el titular de Medio Ambiente, José Juan Díaz Trillo, en el transcurso de las jornadas 'La Huella de Carbono como estrategia competitiva para el sector de la fresa' que se celebran en Lucena del Puerto, permitirá detectar los elementos de mejora de la eficiencia del proceso productivo de los productos del sector fresero onubense, a lo largo de su ciclo de vida. Es decir, desde la obtención de la materia prima, hasta su uso y desecho final, pasando por la propia fabricación o manufactura, el almacenamiento y el transporte del mismo, según ha informado la Junta en una nota.
El desarrollo del análisis del ciclo de vida permitirá conocer a fondo los procesos involucrados en la cadena de valor del producto, además de proporcionar a los proveedores toda la información necesaria sobre los criterios de sostenibilidad que se han aplicado en el proceso productivo.
En este sentido, Díaz Trillo ha aclarado que la Huella de Carbono "se está convirtiendo en un requisito para competir en los mercados internacionales, ya que pone a disposición del consumidor una información que tiene la capacidad de influir en la elección de un producto sobre otro". Esta información, perfectamente integrable en el etiquetado, tiene capacidad para asociar el concepto de 'consumo sostenible' o 'consumo eficiente' a una marca que sea fácilmente distinguible por el consumidor. En definitiva, con la aplicación de la Huella de Carbono se pretende "producir mejor para lograr vender mejor el producto".
Dentro del sector agroalimentario, las berries --fresa, mora, arándano, y frambuesa-- han adquirido un peso importante en la economía andaluza. Para competir en los mercados internacionales, los proveedores de este sector deben cumplir estándares de calidad y medio ambiente entre los que se encuentra los de control de emisiones de gases de efecto invernadero.
En la actualidad el sector fresero onubense representa el 94 por ciento del total nacional y posiciona a Andalucía como líder europeo en producción de fresa, con el 33 por ciento de la producción total.
HUELLA DE CARBONO
La Huella de Carbono es un instrumento con el que la Junta de Andalucía pretende promover el compromiso de las entidades públicas y privadas en la lucha contra el cambio climático, fomentando la adopción de planes y medidas encaminadas a mitigar las causas y efectos de este fenómeno global. En el ámbito privado, la Consejería de Medio Ambiente ha impulsado la firma de convenios voluntarios con empresas establecidas en Andalucía para la reducción y compensación de emisiones, una iniciativa destinada a promover el esfuerzo voluntario del tejido empresarial en la lucha contra el cambio climático.
Esta medida está enfocada hacia aquellas empresas que realizan su actividad fuera del sector industrial y forman parte del sector servicios, turístico, comercial, agroalimentario, transporte y distribución, entre otros. Esta parte del tejido productivo andaluz se integra en el denominado sector difuso de emisiones, responsable de la mitad de estos gases que se liberan a la atmósfera en Andalucía.
Esta iniciativa, presentada este jueves por el titular de Medio Ambiente, José Juan Díaz Trillo, en el transcurso de las jornadas 'La Huella de Carbono como estrategia competitiva para el sector de la fresa' que se celebran en Lucena del Puerto, permitirá detectar los elementos de mejora de la eficiencia del proceso productivo de los productos del sector fresero onubense, a lo largo de su ciclo de vida. Es decir, desde la obtención de la materia prima, hasta su uso y desecho final, pasando por la propia fabricación o manufactura, el almacenamiento y el transporte del mismo, según ha informado la Junta en una nota.
El desarrollo del análisis del ciclo de vida permitirá conocer a fondo los procesos involucrados en la cadena de valor del producto, además de proporcionar a los proveedores toda la información necesaria sobre los criterios de sostenibilidad que se han aplicado en el proceso productivo.
En este sentido, Díaz Trillo ha aclarado que la Huella de Carbono "se está convirtiendo en un requisito para competir en los mercados internacionales, ya que pone a disposición del consumidor una información que tiene la capacidad de influir en la elección de un producto sobre otro". Esta información, perfectamente integrable en el etiquetado, tiene capacidad para asociar el concepto de 'consumo sostenible' o 'consumo eficiente' a una marca que sea fácilmente distinguible por el consumidor. En definitiva, con la aplicación de la Huella de Carbono se pretende "producir mejor para lograr vender mejor el producto".
Dentro del sector agroalimentario, las berries --fresa, mora, arándano, y frambuesa-- han adquirido un peso importante en la economía andaluza. Para competir en los mercados internacionales, los proveedores de este sector deben cumplir estándares de calidad y medio ambiente entre los que se encuentra los de control de emisiones de gases de efecto invernadero.
En la actualidad el sector fresero onubense representa el 94 por ciento del total nacional y posiciona a Andalucía como líder europeo en producción de fresa, con el 33 por ciento de la producción total.
HUELLA DE CARBONO
La Huella de Carbono es un instrumento con el que la Junta de Andalucía pretende promover el compromiso de las entidades públicas y privadas en la lucha contra el cambio climático, fomentando la adopción de planes y medidas encaminadas a mitigar las causas y efectos de este fenómeno global. En el ámbito privado, la Consejería de Medio Ambiente ha impulsado la firma de convenios voluntarios con empresas establecidas en Andalucía para la reducción y compensación de emisiones, una iniciativa destinada a promover el esfuerzo voluntario del tejido empresarial en la lucha contra el cambio climático.
Esta medida está enfocada hacia aquellas empresas que realizan su actividad fuera del sector industrial y forman parte del sector servicios, turístico, comercial, agroalimentario, transporte y distribución, entre otros. Esta parte del tejido productivo andaluz se integra en el denominado sector difuso de emisiones, responsable de la mitad de estos gases que se liberan a la atmósfera en Andalucía.
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