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EH Editores presenta esta semana dos nuevos títulos en la Escuela de Hostelería

'La influencia de la enfermedad de Goya en su pintura', de Aurelia María Romero y Francisco Soto Fabrer, se presenta este lunes

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EH Editores presenta dos nuevos títulos que de seguro satisfarán al público lector. Dos temáticas de distinto género cuyo tratamiento no obstante aúnan el rigor de su trabajo investigativo y la originalidad de sus inéditas conclusiones. Se trata de 'La influencia de la enfermedad de Goya en su pintura', de Aurelia María Romero y Francisco Soto Fabrer, y 'Gala del mundo y adorno de los almimbares - El esplendor literario del Jerez andalusí-', de Miguel Ángel Borrego Soto. Ambos títulos se presentarán en la Escuela de Hostelería esta semana: el primero hoy  lunes 19 a las 21’00 horas y el segundo el miércoles 21 a la misma hora. Dos opciones que sin duda igualmente constituyen dos inmejorables regalos de Reyes para los amantes del mundo del Arte y de la Historia.

Aurelia María Romero Coloma es una autora jerezana, ya conocida por su amplia producción bibliográfica, sobre todo en interesantes ensayos de arte. Es Licenciada en Historia del Arte por la Universidad de Sevilla y Doctora en Historia del Arte por la citada Universidad. Es Licenciada en Derecho por la Universidad de Cádiz y Doctora en Derecho por la Universidad de Sevilla. Abogada especializada en Derecho de Familia y Sucesiones, responsabilidad civil y derechos fundamentales de la persona.

Profesora de la Escuela de Práctica Jurídica de Jerez. Autora de más de doscientos artículos monográficos de Historia del Arte y colaboradora en diversas revistas especializadas, como Gades (Cádiz), Revista de Arte Valenciano, Boletín del Instituto Camón Aznar (Zaragoza), Revista Jábega (Málaga), Anuario de Bellas Artes de Cádiz, etc. Es autora de quince monografías de carácter histórico-artístico, entre las que cabe destacar las dedicadas a los artistas sevillanos Rodríguez de Losada y José Villegas Cordero, editadas bajo el patrocinio de la Junta de Andalucía. Ganadora del Primer Premio de Investigación Histórica Ramón Martín Cartaza (Sevilla) por la monografía sobre el estudio histórico artístico de la imaginería procesional jerezana. Ganadora del Premio de la Fundación Francisco Montero Galvache (Sevilla) por su monografía sobre los crucificados procesionales jerezanos. Accésit de la Fundación Galicia en Madrid por su artículo sobre Gregorio Fernández.

Es académica numeraria de la Real de San Dionisio de Ciencias, Artes y Letras, de Jerez. Conferenciante y ponente. Ha colaborado, asimismo, en periódicos, como Diario de Jerez e Informaciones del Sur. Colabora también en la Revista Cuaderno para el Diálogo. Novelista, ha publicado tres novelas, dos de ellas sobre Velázquez y Goya. Este año 2.011 se le concedió un Accésit por su Relato Histórico sobre Velázquez, titulado “El espejo”. Además, es autora de treinta monografías jurídicas y de más de cien artículos monográficos jurídicos en diversas Revistas especializadas, como La Ley (Madrid), Revista General de Derecho (Valencia), Actualidad Penal, Actualidad Administrativa, Actualidad Civil, etc. Finalista del Premio Internacional de Ensayo Rara Avis (Madrid) en 2.010 y 2.011.

Francisco J. Soto Febrer se estrena con este libro en el mundo editorial y lo hace con una aportación indispensable para el tema. De hecho es Licenciado en Medicina por la Universidad de Cádiz. Máster en Neurociencias por la Universidad de Granada. Conferenciante, junto con Aurelia María Romero Coloma, de una ponencia sobre el tema “La enfermedad de Goya, Las claves para la resolución del enigma”, en la Fundación Teresa Rivero, el año 2.010 y en la actualidad prepara su Tesis doctoral sobre el trastorno bipolar de la personalidad.

Ambos autores han encontrado multitud de argumentos sobre un sinfín de diagnósticos relacionados con el pintor. Todos relatados de forma unilateral como posibles teorías sobre la enfermedad goyesca. ¿Es posible una relación entre ellas? Es lo que se intenta descubrir en este breve ensayo. No cabe duda de que el pintor aragonés Francisco de Goya ha suscitado siempre, en España y en el extranjero, interesantes polémicas, tanto en relación con su pintura, como con su enfermedad. De su patología, que casi le abocó a la muerte allá por el año 1792, se ha especulado mucho: desde sífilis, hasta esquizofrenia, pasando por la intoxicación por plomo o saturnismo, un mal este último, por desgracia, bastante conocido entre los artistas de aquella época.

Aurelia María Romero Coloma y Francisco José Soto Fabrer, autores del presente ensayo, rebaten las teorías que, hasta ahora, se sustentaban frágilmente en indicios y posibilidades, para, por fin, definir y describir los síntomas del artista y asociarlos a una determinada y concreta patología. De esta forma, tras estudiar las pinturas más importantes que el artista hizo tras su enfermedad, y, en particular, las denominadas Pinturas Negras, de las que el libro ofrece un estudio exhaustivo, y los síntomas clínicos que acompañaron a las crisis patológicas que el artista experimentó a lo largo de su dilatada existencia, se llega a una conclusión que, por fin, permite determinar, con rigorismo científico y con un alto índice de probabilidades, cuál fue la enfermedad del pintor.

Los autores, Historiadora del Arte, Aurelia María, y especializada en Goya, y Francisco Soto Febrer, Médico, aúnan, en este ensayo, sus conocimientos sobre el tema, aportando una visión seria y novedosa tanto de la enfermedad de nuestro artista, como de la influencia que su patología tuvo a la hora de la elaboración de muchas de sus obras, como se constata, con evidencia, en el examen, minucioso y detenido, de las Pinturas Negras.

“Estamos convencidos de que se trata de un ensayo que marcará un antes y un después en la abundante bibliografía sobre el genial artista”. A los 73 años de edad, después de un episodio más de cefalea, fiebre alta, delirios y parálisis parcial del que se recuperó y en agradecimiento, a su médico, Goya pintó una de sus más famosos cuadros “Goya atendido por el Dr. Arrieta”. En dicho cuadro podemos ver al pintor pálido, con una gran expresividad, dando sensación de enfermedad grave y terminal. Es sabido que Goya no soportaba a la clase médica, los criticaba y se burlaba de ellos en sus cuadros, pero al Dr. Arrieta, sin embargo, le dedica este cuadro: “Por el acierto y esmero con que le salvó la vida en su aguda y peligrosa enfermedad a finales de 1819”. Hoy sus autores, arrojan una nueva luz sobre la enfermedad que, con los medios de la época, tuvo que afrontar este médico.

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