Joana Sanz se ha convertido la gran protagonista de la crónica social de nuestro país este lunes al anunciar, tan solo 72 horas después de que Dani Alves fuese absuelto del delito de agresión sexual por el que fue condenado a 4 años y medio de cárcel, que está embarazada de su primer hijo, una niña que llegará al mundo probablemente a finales de verano.
Sin hacer mención en ningún momento al futbolista, con el que sin embargo viviría el mejor momento de su relación tras haber atravesado una fuerte crisis en noviembre, la modelo canaria ha compartido un emotivo mensaje en redes sociales en el que se ha sincerado sobre lo que le ha costado quedarse embarazada; como ha revelado, ha sufrido tres abortos, dos FIV, una operación de trompas y el diagnóstico de una endometriosis que dificultó todavía más el sueño de convertirse en madre que llevaba intentando los últimos cinco años.
Como ha relatado, finalmente lo ha conseguido con el último embrión congelado que tenía, y aunque su intención era no hacerlo público hasta que pasase más tiempo y fuese más evidente, la noticia de su próxima maternidad junto a Alves se habría filtrado a la prensa, ya habría superado los 3 meses de gestación y tendría una incipiente barriguita, y habría decidido dar ella la noticia antes de que se publicase en algún medio de comunicación.
Horas después de anunciar su embarazo, y con una seriedad en sus rostros que llama especialmente la atención teniendo en cuenta que Joana está embarazada y que el futbolista ha sido absuelto por el TSJ de Catalunya, la pareja abandonaba su domicilio en un coche de alta gama para hacer su primera gestión tras salir a la luz que pronto se convertirán en padres de su primer hijo en común (el brasileño ya tiene dos, Victoria y Dani, de su primer matrimonio con Dinora Santana)
Sin intercambiar ni una palabra, la modelo y su marido se dirigían a un despacho de abogados situado en el centro de Barcelona para solventar algún trámite pendiente que no ha trascendido si está relacionado con su futura paternidad o con asuntos judiciales de Alves. Intentando esquivar a las cámaras, abandonaban el lugar en coche sin hacer declaraciones sobre el embarazo de Joana y el gran momento que están viviendo tras la absolución del brasileño.
Una seriedad y actitud distante entre ellos que podría deberse a que se especula con que la canaria, que no tendría relación con la familia de Dani, le habría dado un ultimátum, dejándole claro que si quiere estar con ella y cumplir su sueño de tener un hijo en común su madre, sus hermanos y algunas de sus amistades -que no gustan a Joana- tienen que estar lejos.
