Conserva las escalinatas de acceso, la estructura y materiales originales y el sistema de desagüe. Igualmente, pueden observarse los sillares del muro del templo y parte de la calzada de una de las vías de la ciudad romana. El estanque estaba rodeado por un ninfeo, es decir, un conjunto estatuario sobre divinidades y personajes de la mitología clásica.
En cuanto al Arca Real del Agua, se trata de una construcción hidráulica para la recogida y distribución de agua de la red pública de Écija, diseñada por el arquitecto Hernán Ruiz III, en la segunda mitad del siglo XVI, durante el reinado de Felipe II.
Su portada, de estilo renacentista, se compone de dos cuerpos, con decoración almohadillada, entablamento clásico y frontones triangulares sobre tres escudos, el de Felipe II, el de la ciudad de Écija y otro sin identificar.
En el interior se observa una estructura a la que llegaba el agua, procedente de la zona del Batán, por medio de vasos comunicantes y los conductos de salida hacia diversos lugares de la población, entre ellos la fuente de las Ninfas.
El conjunto fue restaurado en el año 2008 por la Junta de Andalucía y formaba parte de un entorno de edificios donde estaban las Carnicerías Reales, las Pescaderías Reales, la Casa de Armas y el Pósito.
Durante el recorrido el Delegado, acompañado por los técnicos municipales Sergio García-Dils, arqueólogo municipal, y José Enrique Caldero, técnico de Cultura, explicó los proyectos de musealización y apertura al público de ambos recintos.