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Sevilla

Salvemos el Guadalquivir, el SOS ante los vertidos mineros que amenazan el estuario

La plataforma se ha constituido ante la preocupación de entidades y colectivos por los vertidos masivos de residuos tóxicos mineros al río

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  • Bandera negra ante los vertidos al río. -

La plataforma ciudadana Salvemos el Guadalquivir, integrada por ciudadanos, científicos, docentes y profesionales de diferentes ámbitos y sectores, ha surgido para alzar la voz contra los vertidos mineros autorizados en el Estuario del Guadalquivir e impedir que "este río se convierta en una cloaca de vertidos tóxicos mineros".

En un comunicado con motivo de su presentación esta tarde en Sevilla, Salvemos el Guadalquivir se ha constituido ante la preocupación de entidades y colectivos por los vertidos masivos de residuos tóxicos mineros en el cauce del Guadalquivir y que podrían provocar una "catástrofe irreversible para su Estuario".

Ha denunciado que Junta de Andalucía no ha evaluado el impacto acumulativo de los vertidos autorizados (130.000 millones de litros de aguas tóxicas) directamente en el cauce del Estuario del Guadalquivir, tras una "depuración insuficiente", desde dos minas distintas: Mina Los Frailes situada en Aznalcóllar (en su próxima reapertura desde el desastre de 1998) y Mina las Cruces, entre Gerena, Salteras y Guillena (ambas en la provincia de Sevilla).

Los colectivos de ciudadanos, científicos y asociaciones de esta plataforma han tendido la mano a la Junta para colaborar con el objetivo de prevenir la "catástrofe anunciada para el rio grande del pueblo andaluz".

Según esta plataforma, se han tramitado ambas autorizaciones como si los residuos se enviasen a dos “islas” distintas y no se ha tenido en cuenta, por ejemplo, que hay estudios que demuestran que el Guadalquivir ya se encuentra contaminado en sus sedimentos aguas debajo de donde se ha realizado el primer vertido de Minas Las Cruces.

Según consta en la documentación de las compañías, se realizará un proceso de depuración de las aguas que es "a todas luces insuficiente", pues la carga contaminante acumulada total vertida al estuario del Guadalquivir mantiene un alto contenido en arsénico, cadmio, cobre, cromo, mercurio, níquel, plomo, selenio y zinc, entre otros metales.

A estos vertidos contaminados los denominan “agua casi potable”, que es un "tecnicismo lingüístico para confundir", ya que si fuese agua realmente casi potable o cercana a la potabilidad no sería necesaria una tubería de 30 kilómetrosy podría ser utilizada para el regadío de los campos en la agricultura, ha denunciado.

Como alternativa a los vertidos tóxicos, la Junta debe exigir a las empresas mineras (Minera Cobre Las Cruces y Minera Los Frailes) la puesta en marcha de un sistema de depuración completa del agua mediante osmosis inversa (membranas), según Salvemos el Guadalquivir, que ha dicho que el agua depurada podría usarse para un aprovechamiento sostenible en la comarca, generando empleo y riqueza ambiental.

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