Movidos por su inquietud artística, el compromiso con la denuncia social y la defensa de los derechos humanos, un grupo de militantes y gente cercana a Izquierda Unida abre este miércoles, a partir de las 17.30 horas, las puertas de La Sede de la formación chiclanera para presentar a la ciudadanía una original propuesta artivista (arte y activismo): un belén palestino que nada tiene que ver con los que estos días decoran tantos y tantos hogares y que podrá visitarse hasta el próximo 30 de diciembre, a excepción de los días festivos, de 18.00 a 21.00 horas.
En este particular nacimiento solo aparecen tres figuras humanas: un hombre, una mujer y un recién nacido a quienes nadie lleva ofrendas ni agasajos, simbolizando el abandono y la soledad al que ha sido sometido el pueblo palestino. Los tres aparecen entre restos de edificios de una ciudad bombardeada y hecha añicos. Además, la recreación está acompañada por recursos audiovisuales que reflejan los ataques israelís que ha sufrido Gaza durante este último año. Un estampa que muestra con crudeza la realidad de los 2,3 millones de desplazados y las 42.000 personas muertas, entre ellos 11.000 menores, que ha provocado el conflicto en esta última etapa.
“Con este trabajo nos gustaría que, al menos durante un momento,las personas que visiten la instalación se trasladen a Belén, pero no por lo que ocurrió según la tradición cristiana hace 2024 años, sino por lo que lleva ocurriendo en la propia Belén y en toda la franja de Gaza desde 1948. Esto no es una guerra, es una persecución y un exterminio. Con violaciones constantes de los derechos humanos: asesinato de civiles, bombardeos de hospitales, colegios y campos de refugiados o la paralización de la ayuda humanitaria y la asistencia médica. Con esta iniciativa pretendemos que, en estos días, dediquemos un momento a pensar en todo esto que está ocurriendo allí”, apuntan los responsables del proyecto.
Asimismo manifiestan que “este belén no representa una falta de respeto hacia ninguna religión, sino todo lo contrario. Su propósito es trazar un paralelismo entre los acontecimientos ocurridos hace más de 2.000 años y la realidad actual en el mismo lugar geográfico. El mensaje que transmite es que todas las personas tienen derecho a vivir en paz y convivir en armonía, independientemente de la religión que profesen, y que ninguna religión tiene como premisa la aniquilación del prójimo, sino que son utilizadas como excusa para intereses muy terrenales y egoístas”.
El deseo de Izquierda Unida en estas fechas es que, de una vez por todas, se declare un alto al fuego inmediato en la zona y que los responsables de este flagrante intento de exterminio sobre Palestina sean juzgados en la Corte Penal Internacional.