La Virgen de la Estrella ya se encuentra entronizada en el
majestuoso palio de Rodríguez Ojeda, presidiendo así el presbiterio de
la Parroquia de San Jacinto 45 años después, lista para el
Triduo extraordinario en su honor y su posterior traslado a la Santa Iglesia Catedral que tendrá lugar el próximo 31 de octubre.
La imagen luce una rica indumentaria cargada de historia. Viste la
saya de salida atribuida a Rodríguez Ojeda, restaurada por los Talleres de Carrasquilla en 1969 y por Fernández y Enríquez en 1994. Además, lleva
el manto de salida, diseñado por Edmigio Serrano en 1872 y ejecutado por Consolación Sánchez. Completa su atuendo con una toca de
sobremanto creada por Antonio Garduño y realizada por los
Sobrinos de Elena Caro en 1977, junto con un fajín de registros de Maravillas Fernández.
Entre las joyas que luce, destacan
la corona de su coronación canónica, broches de oro blanco y brillantes, regalo de un grupo de hermanas, y
un ramillete de plata, obsequio de los actuales priostes. Estas piezas realzan aún más la belleza de la Virgen, que será el
centro de atención en los próximos días de celebraciones y devoción.