Y no es para menos, porque de hecho, Ángel tiene actualmente dos yeguas más -de los tres ejemplares que aún conserva- afectadas. Una responde al nombre de Lluvia, una potra de cuatro años que “evoluciona favorablemente” porque “se ha cogido a tiempo”, apunta Ángel, gracias a “un tratamiento vitamínico y a base de antibióticos y antiinflamatorios” que se le aplica desde el martes dos veces al día.
También en tratamiento se encuentra Kalya, una yegua de 18 años, y madre de la anterior, que está mucho más débil, pese a que “me han dicho que ya ha pasado el virus y tiene los anticuerpos”. Ahora hay que esperar para ver si los cuidados ayudan a que recupere la forma, ya que actualmente presenta un aspecto casi esquelético. “Los caballos tardan seis meses en coger peso y dos días en quedarse en los huesos”, dice su propietario, que al menos tiene en Plata, un caballo de 28 años que “ya sobrevivió a la peste equina”, un animal sano.
Ausencia de apetito, cabeza pesada, labio caído, temblores musculares, falta de equilibrio y hasta pérdida de visión son algunos de los síntomas de esta enfermedad que transmiten los mosquitos, según apunta la administración autonómica, después de haber picado a un ave migratoria infectada, “principal reservorio epidemiológico” para su difusión, y que en principio no es contagiosa entre caballos, aunque “yo tengo dudas”, apunta el afectado.
El pasado jueves, Ángel Ruiz detectó en Rayo lo que parecía un cólico, y pese a ser tratado con antiinflamatorios e inyectables para el dolor no mejoró. El viernes el equino “no comió como habitualmente”, y cuando cayó la noche el virus dio la cara. Rayo acabó “como aquella imagen que se veía de las vascas loca, pues en este caso también se inflama el cerebro, cuando los animales se levantaban y caían, al perder la visión y el equilibrio”, pues afecta al sistema nervioso del animal. Rayo murió “de manera fulminante”, con convulsiones. Los síntomas eran compatibles con la fiebre del Nilo occidental, tal y como confirmó el posterior análisis veterinario, tras la autopsia y el estudio de las muestras extraídas en un laboratorio de Madrid.
Afectado aún por la dura muerte del animal, Ruiz se mostró contrariado por el hecho de que “pese a morir el sábado, no fuese retirado hasta el lunes”, por lo que el animal estuvo “dos días abierto”.
El SAS, en guardia
Hospitales y centros de salud han sido alertados ante la posibilidad de que haya personas con los síntomas del virus de la fiebre del Nilo, que son similares en principio a los de una gripe común. De momento, no se tiene constancia de caso alguno, aunque ya hay quien ha acudido para descartar el contagio. Es el caso de la esposa de Ángel Ruiz, “que justo al día siguiente amaneció con fiebre, por lo que acudimos al hospital”. Afortunadamente, se descartó la enfermedad. Sin embargo, “ella tiene aún miedo a venir”.
En Sementales, Vicos y Garrapilos, antes del martes
La Junta de Andalucía aseguró el miércoles que ha trasladado a veterinarios y cuidadores las medidas de vigilancia y control de la cabaña equina, así como los protocolos sanitarios para afrontar esta patología. De momento, según volvió a confirmar ayer la Consejería de Agricultura a este medio, oficialmente sólo se conocen cuatro casos en caballos de Andalucía -tres en Jerez y uno en Chiclana-, aunque según ha podido saber este periódico “otro caballo se está recuperando en la zona denominada como Salto al Cielo”, en Jerez.
Donde de momento no se ha detectado caso alguno es en los ejemplares dependientes del Ministerio de Defensa, localizados en Vicos, Garrapilos y Sementales. En total, se trata de 150 equinos, que tendrán que ser sometidos a los pertinentes análisis “antes del martes”.
—golpe a los aficionados—
Ángel Ruiz, que se integra en la cabaña de aficionados, afirma que hechos como éste suponen un duro golpe a “quienes aportamos una base importante a la economía, pues nosotros no tenemos subvenciones a la hora de comprar el pienso, la paja está por las nubes y el veterinario nos cuesta su dinero cada vez que tenemos que acudir a él”.
Por este motivo, insta a la Administración a que lance campañas de información y concienciación de casos. “Es duro ver sufrir y morir a un animal al que has criado y al que tiene cariño, con el que tienes una relación especial”. Así, pide que “si hay que hacer cuarentena y no sacar a pasear a los caballos, que se diga claro”.
