El sector hotelero andaluz espera mantener durante este verano las cifras de ocupación del año pasado, esto es alrededor del 74% de media en la comunidad, algo que sería "una buena noticia" teniendo en cuenta la situación y el contexto actual en España y Europa.
Así lo ha señalado el secretario general de la Federación andaluza de Hoteles y Alojamientos Turísticos, Rafael Barba, en declaraciones a Europa Press, en las que ha insistido que se trata de una media de toda la región cuando no todas las provincias se centran en el segmento vacacional, que es el que "ahora arranca con fuerza".
"En carácter general, se da una similitud muy grande con respecto a los datos que obtuvimos el año pasado. Estamos hablando de diferencias del 0,2%, 0,5%, de 1,5% sobre 2022, y, cuando termine el verano, se pueden mantener en términos de casi igualdad con respecto al año pasado o en algún caso estar un poco por debajo", ha destacado Barba para valorarlo como "positivo".
En este sentido, ha indicado que el sector vive "con incertidumbre" y una "especie de tobogán permanente" en el nivel de ocupación de los establecimientos hoteleros andaluces. Así, los meses de abril y mayo registraron "muchísima actividad", pero, luego, junio ha sido "un poco complicado" porque se han ralentizado y "casi paralizado" las reservas. No obstante, ha insistido en que las previsiones son positivas al ser "de cierta similitud frente a 2022" viendo la situación macroeconómica en Europa y España, con una alta inflación.
En concreto, para el mes de junio esperan alcanzar el 81% de ocupación, en julio el 73%, en agosto el 80% y en septiembre el 61%, "teniendo todavía posibilidades de crecimiento especialmente en los meses de agosto y septiembre".
Respecto a las reservas de última hora, Barba espera un aumento de hasta dos puntos aunque es "pronto para poder afirmarlo" y ha señalado que la tendencia de la demanda es de reducir la estancia media, lo que implica "una mayor rotación de clientes y un incremento en los costes de producción". No obstante, ha valorado que se hayan contenido "mucho" los costes energéticos, lo que ayudará al resultado económico final.
Al hilo de esto, ha apuntado que la rentabilidad del sector podría mejorar para final de año, aunque ha llamado a esperar a conocer el coste de los alimentos y las bebidas que "sigue siendo un problema no solo para nosotros sino para cualquier ciudadano que va a hacer la compra".
Por último, ha señalado que el precio medio por habitación (ADR) ha subido un 9,2% pero, sin embargo, no compensa los gastos de este año y los del anterior cuando las empresas sufrieron un mayor endeudamiento.