Será el sábado en la Plaza de las Flores donde Kimba informará de que “no somos una perrera. Allí no sacrificamos animales, somos como una casa de acogida para ellos”, comenta Carmina Garrido, una de las voluntarias de la protectora.
Uno de los problemas a los que se enfrenta Kimba es la falta de espacio. En estos momentos “el refugio está a tope (unos 150 perros y más 20 gatos), no tenemos más sitio”, por lo que han optado por poner “una lista de espera” para aquellos animales que son abandonados. “Desgraciadamente no tenemos espacio para coger a todos los que nos llegan”, matizó..
Recursos
Otro de los grandes inconvenientes que se encuentra es la falta de recursos económicos para mantener las instalaciones y, sobre todo, a los animales: “El gasto sólo en comida y veterinarios es muy alto y no disponemos de subvenciones, algo que sí tienen las perreras. Nosotros vivimos al día. Somos unos 20 voluntarios que aportamos lo que podemos, además de los socios, que pagan cinco euros al mes, o los que apadrinan a un animal, por ocho euros al mes”. En este sentido, Carmina señala que tratarán también con estas mesas informativas captar más socios para poder prestar mejor servicio aún a los animales.
Y no sólo se buscan socios que aporten dinero. También necesitan casas de acogida, es decir, gente que adopte temporalmente un animal mientras está en lista de espera para entrar en el refugio.
Mañana informarán de todo ello en la Plaza de las Flores, algo que repetirán cinco veces más a lo largo del verano (dos más en julio, otras dos en agosto y una última en septiembre), periodo en el que aumentan considerablemente el abandono de animales de compañía.
