La familia de los cuatrillizos agradece la ayuda prestada
Demandan pañales y una ayuda económica, ayer recibieron un lote de 10 cajas de leche
La familia de los cuatrillizos ha querido transmitir su agradecimiento a todas las asociaciones y particulares que les han prestado su ayuda desde que nacieron los cuatro pequeños el pasado 2 de diciembre en el Hospital Universitario Puerta del Mar.
Ayer mismo recibieron un lote de diez cajas de leche que servirán para alimentar durante bastante tiempo a Salvador, Álvaro, Soraya y Ainara. La madre de los bebés, Ana María Sánchez, que precisa de atención psicológica para superar la muerte de su marido, que se produjo hace poco más de una semana como consecuencia de una enfermedad, explicó a este periódico que lo que más necesitan ahora son pañales, y alguna ayuda económica.
El abuelo materno, Francisco Sánchez, sí expresó su descontento hacia algunas administraciones, y sobre todo hacia el Ayuntamiento de Cádiz. Él esperaba que el Consistorio les ayudara de alguna manera, pero hasta el momento sólo les han enviado a un trabajador del área de Asuntos Sociales que les ha explicado todo lo que tienen que hacer para poder acceder a alguna ayuda: “Tenemos que rellenar un montón de papeles por cada niño, y ni yo ni mi hija estamos para eso ahora, con lo que tenemos encima, mi mujer además está agotada”.
Y es que el cansancio empieza a apremiar en esta pareja de abuelos y en la madre de las criaturas. Esto unido a que los bebés empiezan a espabilarse dan como resultado una jornada maratoniana para ellos. La propia Ana María cuenta que antes lloraba uno de los niños y el resto no se daba cuenta, “pero ahora empieza uno y los otros tres van detrás”.
En este sentido, hay que recoredar que Ana María está de baja por maternidad y además cobra un paro bastante corto, dada la precariedad del sector de la hostelería. A su marido le diagnosticaron la enfermedad estando ya embarazada. Un embarazo que consiguieron seis años después de empezar a intentarlo y que fue fruto de una inseminación artificial con un resultado que no es frecuente.
Los abuelos hacen lo que pueden por ayudar a su hija, pero no es fácil. En estos momentos necesitarían a una persona que les ayudara a tramitar las ayudas, porque apenas les queda tiempo con los niños. De hecho, llamar a casa de los abuelos y que no se escuche un llanto de fondo es prácticamente imposible.
La vida les dio un vuelco hace dos meses, pero como dice Francisco Sánchez, “sólo con verles las caritas merece la pena todo el esfuerzo”.
El Carnaval más amargo de su vida
El abuelo de los niños ha sido un gran cuartetero. De hecho, en su palmarés cuenta con varios primeros premios por conjuntos como ‘Mario Carmelo y sus Muñecos’. Podría ser un buen momento para que el mundo del Carnaval, que lleva la justicia por bandera, les echara una mano.
Ayer mismo recibieron un lote de diez cajas de leche que servirán para alimentar durante bastante tiempo a Salvador, Álvaro, Soraya y Ainara. La madre de los bebés, Ana María Sánchez, que precisa de atención psicológica para superar la muerte de su marido, que se produjo hace poco más de una semana como consecuencia de una enfermedad, explicó a este periódico que lo que más necesitan ahora son pañales, y alguna ayuda económica.
El abuelo materno, Francisco Sánchez, sí expresó su descontento hacia algunas administraciones, y sobre todo hacia el Ayuntamiento de Cádiz. Él esperaba que el Consistorio les ayudara de alguna manera, pero hasta el momento sólo les han enviado a un trabajador del área de Asuntos Sociales que les ha explicado todo lo que tienen que hacer para poder acceder a alguna ayuda: “Tenemos que rellenar un montón de papeles por cada niño, y ni yo ni mi hija estamos para eso ahora, con lo que tenemos encima, mi mujer además está agotada”.
Y es que el cansancio empieza a apremiar en esta pareja de abuelos y en la madre de las criaturas. Esto unido a que los bebés empiezan a espabilarse dan como resultado una jornada maratoniana para ellos. La propia Ana María cuenta que antes lloraba uno de los niños y el resto no se daba cuenta, “pero ahora empieza uno y los otros tres van detrás”.
En este sentido, hay que recoredar que Ana María está de baja por maternidad y además cobra un paro bastante corto, dada la precariedad del sector de la hostelería. A su marido le diagnosticaron la enfermedad estando ya embarazada. Un embarazo que consiguieron seis años después de empezar a intentarlo y que fue fruto de una inseminación artificial con un resultado que no es frecuente.
Los abuelos hacen lo que pueden por ayudar a su hija, pero no es fácil. En estos momentos necesitarían a una persona que les ayudara a tramitar las ayudas, porque apenas les queda tiempo con los niños. De hecho, llamar a casa de los abuelos y que no se escuche un llanto de fondo es prácticamente imposible.
La vida les dio un vuelco hace dos meses, pero como dice Francisco Sánchez, “sólo con verles las caritas merece la pena todo el esfuerzo”.
El Carnaval más amargo de su vida
El abuelo de los niños ha sido un gran cuartetero. De hecho, en su palmarés cuenta con varios primeros premios por conjuntos como ‘Mario Carmelo y sus Muñecos’. Podría ser un buen momento para que el mundo del Carnaval, que lleva la justicia por bandera, les echara una mano.
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