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Promesas incumplidas

El Puerto tiene hoy la ?mala pata? de ser gobernado por un alcalde que emplea todos sus esfuerzos en ocultar y negar las malas noticias de su gestión

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  • Silvia Gómez.
El otro día leyendo la prensa de entre todas las noticias hubo una que me llamó poderosamente la atención. Informaba sobre la demanda judicial puesta a un partido político por el incumplimiento reiterado de sus promesas electorales. El demandante exigía -con argumentos jurídicos- que se le aplicara a este partido la Ley de la Publicidad por las promesas electorales incumplidas. Mientras leía se me vino a la memoria la falta de escrúpulos con la que tanto el Sr. Moresco y su socio en el gobierno Sr. Antonio Jesús Ruin tuvieron con los portuenses en las pasadas elecciones al utilizar la astucia y los engaños para aprovecharse de la buena voluntad de los vecinos y obtener así sus votos con la promesa y la firma de los "contratos programa".
Al día de hoy, -han pasado más de dos años- los cacareados contratos programa que tanto prometieron cumplir si gobernaban, lo han convertido en papel mojado, en "contratos basura" que "duermen" en los cajones del PP y PA criando polvo y telarañas hasta las próximas elecciones en que volverán a esgrimirlos para intentar engatusar de nuevo a los electores. De todos es sabido que los portuenses -en general- somos buenas personas y que uno de los talantes más característico de nuestra idiosincrasia es el poseer un carácter complaciente y tolerante, pero cuando nos tocan la paciencia y la sapiencia, nos revolvemos como el que más. Hoy somos miles los portuenses que ya no toleramos al Sr. Moresco ni a sus milongas contadas vía TV o en la prensa oficialista desde ese mini "ministerio de propaganda" en que han convertido al Puerto Global. Sus ridículos discursos carentes de énfasis, van cargados de un tufo a "engañabobos", que desprecia a la opinión pública de una manera que jamás antes conocimos en la política local y que solo consiguen provocarnos un agudo resentimiento por la carga de hipocresía y sobre todo porque nos desprecia como seres inteligentes.
El Puerto tiene hoy la "mala pata" de ser gobernado por un alcalde que emplea todos sus esfuerzos en ocultar y negar las malas noticias de su gestión. Un alcalde que se pasa el día inventando otras noticias que distraigan a los portuenses de la realidad. ¿Cómo es posible que este hombre convierta cualquier anécdota que le ocurra con la oposición, -por pequeña que sea- en una amenaza grave para El Puerto? ¿Qué pretende que olvidemos con esta aptitud? ¿Su condición de tránsfuga? ¿Sus orígenes políticos en IP? ¿Su falta de liderazgo en el equipo de gobierno? ¿O quizás camuflar la "amoralidad política" que supone para el PP el gobernar con un tránsfuga y un nacionalista?
Nos ha tocado sufrir un alcalde que -entre otros grandes chascos- ha conseguido para El Puerto que los niños en los barrios no tengan caramelos en sus visitas reales. Que se suprima el cotillón de fin de año en la Plaza del Polvorista. Que las asociaciones de vecinos no reciban sus subvenciones como estaba estipulado. Que los presupuestos participativos brillen por su ausencia. Que la mayoría de los proveedores del ayuntamiento no cobren sus facturas en tiempo y forma para poder hacer frente a sus deudas y a las nóminas de los empleados. Que la Feria de Primavera se inaugure por la noche, algo tan inédito como incomprensible. Que se honre públicamente -a bombo y platillo- las banderas de España y Andalucía y se desprecie a la nuestra, la del Puerto, al no reconocerle el mismo trato y distinción. Y la "guinda" a todos estos despropósitos en 2009, ha sido la "intentona frustrada" de venta de APEMSA al capital privado.
Mi partido IP es el partido del Puerto, es el partido de todos los portuenses que de alguna manera se implican con el progreso de nuestra ciudad. A los Independientes Portuenses nos entristece sobremanera que El Puerto este siendo gobernados por personas insensibles y deshumanizadas que priorizan un puesto en el gobierno o escalar cargos en sus partidos nacionales y autonómicos, antes que en gobernar y gestionar lo público con honestidad para solucionar los graves problemas que padece actualmente nuestra ciudad comportamiento este que a mi entender, los rebaja a la categoría de vulgares "mercenarios" de la política.

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