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La Pasión no acaba

¿Yo? Con la Centuria

Por si no estaba claro, entiendo que la Banda de la Centuria Macarena es la que debe, merece y tiene sentido que acompañe al Señor de Sevilla en su regreso...

Publicado: 27/10/2021 ·
18:01
· Actualizado: 27/10/2021 · 18:01
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  • El Señor de la Sentencia con los armaos pasando por el Arco de la Macarena. -
Autor

Víctor García-Rayo

El periodista Víctor García-Rayo es el presentador y director del programa La Pasión de 7TV Andalucía

La Pasión no acaba

Dedicado al alma de

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Por si no estaba claro, entiendo que la Banda de la Centuria Macarena es la que debe, merece y tiene sentido que acompañe al Señor de Sevilla en su regreso a casa. Por sus vínculos, las guardias, los amores, los honores y la historia. Por concordias y por el momento, por el significado y por merecimientos propios. Por cien motivos. Para mí, no hay discusión posible. Será y debe ser la banda que acompañe al Gran Poder en el regreso a casa de esa Misión . Es un acierto de justicia.

El pasado martes anulé la participación en twitter del programa La Pasión. Porque pregunté si era la Centuria la banda que debía acompañar al Señor, si podía ser otra, o varias o ninguna. Seguramente el texto estaba mal planteado, redactado indebidamente. Puede ser. Me disculpé y me vuelvo a disculpar por ello, pero nadie -nadie, insisto- va a dudar de mi compromiso con la Centuria, de mi respeto y mi admiración. Nadie va a dudar de mi criterio, que es el expuesto en líneas anteriores. Y nadie -de los cuerdos que escriben en twitter- va a poner en duda que La Pasión es un programa que ha huido, huye y seguirá huyendo de la polémica, sea cual sea. Porque sus veintiún años de permanencia cimentan su éxito precisamente en esto.

Plumas, corazas, miradas de Esperanza y sonidos macarenos. Todo se convirtió la noche del martes en una lanza clavada en el centro de mi corazón. Llegaron los insultos, la búsqueda incisiva de una polémica innecesaria, inexistente. La pregunta la entendió quien quiso. Demasiadas personas con la piel muy fina cogieron el rábano por las hojas. Pero asumo que les di esa opción con una mala redacción, que digo yo siempre será mejor que una mala leche.

Ahora necesito que llegue el día, que disfrutemos del Señor y de la Banda de la Centuria, que no deja de crecer desde que Paco Moraza se hizo cargo de las riendas del colectivo. Que llegue la hora de la música de un colectivo que pelea con uñas y dientes durante todo el año.

Y que ese día, además de tocar, le recen. Y le pida cada músico por lo que requiera su corazón. Y, si puede ser, que pidan también por esas personas que siempre ven el prisma negro, la parte negativa de la vida, la envidia y el rencor, la cara oscura de la moneda tan hermosa que nos han prestado Dios para vivirla en armonía. Son personas con negrura en el corazón y necesitan la luz de los armaos, de la Centuria y de la Esperanza. Y, de manera especial, la luz del Señor de la bata morada que camina abriendo el compás y dándose al mundo, como se dan los músicos de la Centuria en cada noche de ensayo a la misma hora en la que el programa La Pasión intenta velar por las cofradías y por la Semana Santa de la ciudad más hermosa del mundo, la misma sobre la que quieren escupir a diario en las redes sociales esas personas que aún no han aprendido a ser felices... y a decir la verdad. 

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