Los sindicatos CCOO y UGT han convocado este lunes una caravana de vehículos para protestar por el bloqueo del convenio del sector del manipulado hortofrutícola, que afecta a más de 25.000 trabajadores de la provincia y que expiró hace dos años, tras una semana de negociaciones que avanzaron hasta el pasado viernes, cuando las posturas se volvieron a alejar al tratar de perfilar los asuntos económicos.
La caravana automovilística tiene previsto partir de la explanada del Estadio de los Juegos del Mediterráneo, donde previamente a su salida los representantes de los trabajadores darán cuenta del estado de las negociaciones emprendidas ante el preaviso de huelga para el próximo 23 de diciembre, la cual ocupará los días centrales de la Navidad.
La última reunión del pasado viernes tuvo un "abrupto" ante la diferencia de posturas entre la patronal, representada sobre todo por la Asociación de Organizaciones de Productores de Frutas y Hortalizas de Almería (Coexphal), y los representantes de los trabajadores a través de los sindicatos CCOO y UGT.
Fuentes de la parte social han explicado a Europa Press que aunque a lo largo de la semana se han acercado posiciones en los diferentes encuentros mantenidos en el marco del Servicio Extraoficial de Resolución de Conflictos Laborales de Andalucía (Sercla), la traducción de esos acuerdos en términos económicos concretos ha hecho retroceder a ambas partes prácticamente a la casilla de salida.
"La patronal quiere un convenio a coste cero", han señalado los representantes de los trabajadores, quienes han indicado que los empresarios abogan por un convenio de larga duración en el que la única subida salarial sea conforme al IPC, a pesar de este "está en negativo", por lo que los sindicatos solicitaban al menos una subida adicional de un dos por ciento anual.
Los representantes de los trabajadores han solicitado un salario mínimo mensual que garantice una nómina equilibrada, ya que el grueso del sector aún cobra en función de sus horas de trabajo.
En este aspecto, la patronal y los sindicatos habían llegado a un equilibrio que permitía conseguir este objetivo a cambio que los empresarios pudieran continuar con aceptando pedidos a demanda, si bien a última hora han condicionado el incremento interesado de un dos por ciento el salario hora a que dicho complemento pueda ser absorbido con un incremento del salario mínimo interprofesional.
"Se trata de dar la irregularidad de la jornada a cambio de nada", han lamentado desde la parte social, donde han afirmado que los acuerdos consensuados durante la semana "eran importantes" pero que al tratar de concretar los aspectos económicos las posturas se han radicalizado.