El grupo municipal de Vox en el Ayuntamiento de Almería ha criticado la falta de efectivos en el cuerpo de la Policía Local "que arrastra desde hace muchos años" y que se ha convertido en "un mal endémico" para la ciudad.
La concejal de la formación Manuela Martín ha señalado al equipo de gobierno del Partido Popular como "principal culpable de esta situación por no haber sabido gestionar ni solucionar este problema". Asimismo, ha mostrado su "preocupación" con respecto a este tema, ya que, además, "en los próximos dos años se jubilarán al menos 12 de los agentes".
La Federación Española de Municipios y Provincias recomienda un policía local por cada 667 ciudadanos. Vox ha señalado que "Almería en 2024, con una población de 203.741 habitantes censados, debería tener 305 agentes", una cifra que, según ha indicado en un comunicado, está lejos de cumplirse.
Según sus datos, la plantilla actual cuenta con 228 efectivos, lo que supone "77 policías menos de lo recomendado". En este sentido, la edil ha asegurado que esta carencia de personal "se está supliendo a base de extras, llegando a una situación de enfado y agotamiento de los agentes".
Según ha señalado, de los 228 efectivos, 69 están destinados a funciones de gestión en la Jefatura y a la protección de edificios; otros once se encuentran como escoltas o en situación de liberación sindical.
El resto, ha añadido, son 124, sin contar a los agentes de atestados, y "los uniformados en la calle en servicio operativo se encuentran distribuidos en tres turnos con 34 policías, una cifra que se ve reducida por vacaciones, permisos y bajas".
Martín ha indicado que la Policía Local "lleva años reclamando más medios humanos para poder ejercer su labor como corresponde y debería ser, no como puedan". Así, ha instado al PP a "dejar de jugar al despiste con promesas de oposiciones que nunca llegan" y ha calificado de "paripé" la creación del Grupo Rápido de Intervención Policial (GRIP).
En su opinión, este grupo realiza funciones que ya deberían estar cubiertas y ha asegurado que se le han asignado barrios "que ya eran de la ciudad y por tanto deberían estar incorporados". A su juicio, se trata de "un teatro ante los medios y los vecinos para calmar la tensión, por tantas quejas vecinales que se van acumulando".
