El vertido de lodo altamente tóxico que ha devastado el oeste de Hungría llegó ayer al Danubio, el segundo río más largo de Europa, pero su capacidad contaminante se ha reducido sustancialmente.
Las autoridades húngaras aseguraron hoy que prevén que se produzca un nuevo vertido tóxico, aunque menos grave, debido al desmoronamiento total de los muros de la balsa que el pasado lunes ya dejó escapar un millón de metros cúbicos de lodos contaminantes.