El expresidente del Gobierno Felipe González ha rechazado este miércoles conceder indultos a los presos del 'procés' catalán después de que el Tribunal Supremo se mostrara contrario porque no hay arrepentimiento de los condenados. "En estas condiciones, yo no haría el indulto", ha respondido.
Así se ha expresado en una entrevista en 'El Hormiguero' de Antena 3, recogida por Europa Press, en la que ha destacado que las palabras del jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, en las que resaltaba que la decisión de si concede los indultos a los presos independentistas la tomará guiándose por los valores "constitucionales de la concordia, el diálogo, y por la superación de la crisis que desgarró la sociedad catalana", y no por "venganza" ni "revancha", y ha pedido "mirar al futuro".
"En estas condiciones, yo no haría el indulto", ha asegurado González, que ha señalado que la democracia española es "madura" aunque "estemos empeñados en estropearla por la crispación y el enfrentamiento". "La Constitución Española no declara enemigos aunque haya gente que esté en contra de la Constitución, de uno u otro signo. Eso nos diferencia", ha afirmado.
Según González, la Carta Magna "es no militante". "Que no sea militante significa que admite posiciones incluso ideológicamente contra la Constitución. Lo que no admite es que nadie unilateralmente rompa las reglas del juegos", ha explicado el expresidente del Gobierno, que ha insistido en que hay un "procedimiento previsto" para cambiarla. "¿La quiere romper a la fuerza? No tiene derecho", ha zanjado.
En este contexto, el que fuera líder del PSOE ha desvelado que habló "largamente" con el expresidente Mariano Rajoy durante el desafío independentista de 2017. "Y le dije que la última oportunidad para cortar esta deriva era el 6 y 7 de septiembre, no el 1 de octubre con la DUI", ha enfatizado.
A su juicio, cuando el Parlament catalán aprobó "las leyes de desconexión no tuvieron ningún respeto". "Era la última oportunidad para decir: 'oiga, la deslealtad en las reglas del juego se paga'. Se tenía que haber puesto por delante la política", ha apuntado González, quien ha indicado que la justicia "puede ser la última razón, pero no la primera". "La judicialización de la política es un desastre", ha apuntado.
Así, ha pedido no "satanizar" ni el artículo 155 ni el estado de alarma, "que es muy flexible" y es la "única posibilidad" para limitar los derechos fundamentales de los ciudadanos recogidas en la Constitución.
Por último, ha pedido gobernar a los catalanes "desde la Generalitat" para "superar la fractura en la sociedad catalana. Eso, ha dicho, exige "una aproximación y reconciliación", y se hará "desde el respeto a la legalidad". "Lo fundamental es la lealtad institucional, siempre recíproca. Cuando alguien es desleal no quiero que vaya a la cárcel. No quiero que ocupe la responsabilidad que le permite ser desleal, que no es lo mismo", ha concluido.
SIN HABLAR CON SÁNCHEZ DESDE 2018
Preguntado por la última vez que tuvo comunicación con el líder del Ejecutivo, el expresidente socialista ha comentado que, en la última formación de Gobierno de coalición, tuvieron comunicación no directa para encontrarse, pero las dos veces que lo intentaron "se atravesó algún problema que lo hizo imposible".
Por tanto, ha apuntado a que la última vez que habló con Sánchez fue en la moción de censura contra el expresidente Mariano Rajoy, en 2018. "No me llamó durante la pandemia y no lo veo necesario", ha respondido, si bien ha aclarado que está "disponible", pero que él no va a llamar a nadie.
Sobre las palabras que pronunció la vicesecretaria general del PSOE y portavoz del Grupo Socialista en el Congreso, Adriana Lastra, ante las críticas de históricos del partidos tras las negociaciones del Gobierno con Bildu sobre los Presupuestos Generales del Estado, en las que defendió ser una nueva generación, Felipe González ha respondido: "Pregúntenselo a Biden".
En esta línea, ha añadido que "el compromiso, el talento, la capacidad de hacer un proyecto de país, la verdad es que no tiene edad". No obstante, ha reconocido que cometieron "algunos fallos" y, en concreto, ha mencionado que no supieron hacer una "transición generacional". "Yo entré con 40 años y salí con 54", ha zanjado sobre este asunto.
"YO SOY DEL PSOE, PASE LO QUE PASE"
Con todo, ha asegurado ser del PSOE "pase lo que pase", aunque ha deslizado que se siente "huérfano de representación" y que con esta afirmación no solo se refiere al PSOE, sino que "busca compasión que en un discurso del Parlamento haya alguien al que pueda aplaudir, sea el que sea, aunque sea al de Teruel Existe". Al hilo, ha rechazado la política de bloques: "Me horroriza, es lo contrario de lo que tenemos que hacer" y ha insistido que más aún en un momento como este.
En relación con el ámbito económico tras la pandemia, González ha situado a España en un "rebote" que, en sus palabras, se va a vivir en lo que queda de año. Además, ha añadido que no va a haber reformas estructurales: "Va a ser un rebote de lo que teníamos". Además, ha puesto en valor que el plan de vacunación avanza, aunque sí ha destacado que "no se va a acabar la pandemia hasta que no llegue lo que acaba de aparecer en España a todo el mundo".
"VOTÉ A GABILONDO"
En clave madrileña y sobre los recientes comicios autonómicos, el expresidente socialista ha asegurado que votó al candidato del PSOE, Ángel Gabilondo, y que lo hizo por correo tras el primer debate. "Si no me voy a la oficina de Correos, puede que mañana ya decida por primera vez en mi vida que no voto", ha recordado, al tiempo que ha rechazado "lo poco que le gustó el tono del debate".
No obstante, ha negado que los resultado favorables para la candidata 'popular', Isabel Díaz Ayuso, sean extrapolables al resto de España. "Yo creo que no, pero yo no soy adivino ni experto en encuestas", ha concluido.