Córdoba ha vuelto a latir. Y lo ha hecho de la mejor forma. La ciudad encaraba un fin de semana importante con vistas a la recuperación de la actividad turística y que así los sectores más castigados por la pandemia respiraran tras meses de agonía.
Estas imágenes corresponden al pasado sábado 15 de mayo, día muy parecido a lo que era una jornada de temporada alta antes de la pandemia. Eso sí, los viajeros que han visitado Córdoba procedían de otros puntos de Andalucía u otras comunidades autónomas. Todos ellos cumpliendo en la medida de lo posible las normas de convivencia actuales. Mascarillas, gel hidroalcohólico, y una paciencia enorme para hacer colas en los bares de la zona.
La zona de la Mezquita-Catedral registraba ambiente pasadas las diez de la mañana. Ya había personas dispuestas a disfrutar del monumento más importante de la ciudad y gente que quería llevarse su recuerdo en las tiendas de souvenirs.
En la zona de Caballerizas había colas para visitar la Feria de Cerámica de La Rambla, al igual que para ir al Alcázar de los Reyes Cristianos, donde las reservas estaban agotadas. Al igual que era muy difícil ocupar algún sitio en establecimientos de hostelería si no se tenía reserva previa.
Pruebas claras de que Córdoba por unas horas recuperó la vida que tenía antes de la pandemia gracias al turismo, el principal motor económico de la ciudad.