La titular del Juzgado de Instrucción número 14 de Málaga, encargada de la causa en la que se investigan supuestas irregularidades en la gestión del Málaga Club de Fútbol, ha tomado declaración este viernes a tres exdirectivos del club como investigados por delitos de defraudación y blanqueo de capitales en relación con la compra de acciones, según han confirmado fuentes judiciales a Europa Press.
Este procedimiento se inició a raíz de la querella presentada por la Asociación de Pequeños Accionistas (APA) de Málaga contra el jeque Abdullah Al-Thani y tres de sus hijos por supuestas irregularidades en la gestión del club, ya que formaban parte del consejo de administración del mismo. Se investigan en general los presuntos delitos de administración desleal, delito societario y blanqueo de capitales.
La Policía Nacional detuvo a los que eran en el momento de los hechos investigados director general adjunto, asesor jurídico, jefe del Departamento Financiero y vicepresidente ejecutivo. Los tres primeros han comparecido este viernes y dos de ellos solo han contestado al fiscal y a la juez. El exvicepresidente, que también estaba citado, no ha acudido al estar en cuarentena en Líbano por haber dado positivo en COVID-19, según comunicó su defensa.
La investigación de la Policía Nacional sobre la gestión del Málaga CF reveló "operativas irregulares" en relación con la compra de acciones de la entidad. Fruto de las pesquisas, los investigadores detectaron que las acciones fueron sacadas a pública subasta y fueron adquiridas en julio de 2015 utilizándose, supuestamente, dinero de la entidad, para luego transmitirlas a una sociedad vinculada con el expresidente del club.
Según fuentes cercanas al caso, en sus comparecencias de este viernes, los investigados han eludido su responsabilidad en estos hechos, han dicho que seguían instrucciones de la familia Al-Thani y que confiaban en el departamento financiero y jurídico. Además, según estas fuentes, se habría constatado que el dinero salió de las arcas de la entidad deportiva.
En el transcurso de la investigación también se ha detectado como algunos de los investigados supuestamente estarían relacionados con operativas fraudulentas en la venta de una docena de vehículos propiedad del club que, tras su venta a sociedades vinculadas con el entonces vicepresidente ejecutivo, fueron recomprados siete de ellos por el Málaga CF, suponiendo un perjuicio económico para la entidad.
Con anterioridad a las operativas irregulares en la adquisición de acciones y venta de vehículos, la investigación ya había revelado disposiciones de fondos del Málaga CF por parte de los miembros del consejo de administración, de forma continuada en el tiempo, utilizadas para múltiples fines que atenderían a los intereses de la familia del expresidente o al de sus empresas y en ningún caso a los intereses de la entidad.
Tales disposiciones quedaron documentadas en préstamos que suman créditos que ostenta el club, apuntando, asimismo, que se detectaron transferencias o pagos por cuenta de los miembros de la familia del expresidente de todo tipo de gastos particulares con dinero del club.
Así, los investigadores apuntan a pagos supuestamente irregulares "relativos a gastos y reformas de viviendas, mensajería, tintorería, alojamiento en hoteles, primas de seguros de salud, desplazamientos personales, recarga de móvil, mobiliario, pagos con tarjeta de crédito, comida de animales, gastos de vehículos particulares en reparación, gasolina, multas, entre otros conceptos".