Vietnam ha suspendido desde este martes todos los medios de transporte desde y hacia Danang, la tercera ciudad más grande del país, donde se ha detectado un nuevo brote de coronavirus con al menos 14 contagios desde el viernes tras 99 días sin una sola infección comunitaria en el país.
Según indicó el Ministerio de Transporte vietnamita, durante los próximos 15 días ningún avión, tren, autobús, taxi o barco puede acceder o salir de la ciudad, donde también ha sido suspendido el transporte público y se han impuesto medidas de distancia social.
Esta decisión anula la evacuación aérea anunciada la víspera de 80.000 turistas domésticos desde Danang hacia sus ciudades de residencia, y va acompañada de una reactivación de protocolos de seguridad en empresas y edificios públicos, de la obligatoriedad de la mascarilla y el cierre de establecimientos escolares y de negocios no esenciales como salones de masaje, discotecas y peluquerías.
Además de esta turística ciudad costera de 1,1 millones de habitantes, el país entero ha encendido las alarmas, cientos de personas que han visitado Danang se han aislado para dos semanas en sus casas, las mascarillas y los geles desinfectantes vuelven a ser parte de la rutina y se han suspendido eventos multitudinarios, como la liga de fútbol.
El rebrote ha obligado al régimen comunista de Hanói a posponer un mes, hasta mediados de septiembre, el foro de seguridad de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático, una cita de especial relevancia por la participación, entre otros, de Estados Unidos, Corea del Norte y Corea del Sur para tratar la desnuclearización de la península coreana.
Hasta el momento las autoridades vietnamitas han detectado 14 casos en Danang (la mayoría vinculados a un hospital que ya ha sido aislado) y uno en la vecina provincia de Quang Nai, el de un joven que había visitado un hospital de Danang unos días antes.
Con las fronteras cerradas desde el 23 de marzo, salvo para los vietnamitas repatriados y los trabajadores expertos extranjeros, que tienen que someterse a los test y cumplir con las dos semanas de cuarentena, la llegada del virus ha descolocado a los rastreadores, que siguen sin detectar el origen de este nuevo foco.
Una de las hipótesis que barajan es que esta cepa del virus, distinta y más virulenta que las anteriores aparecidas en Vietnam, haya podido penetrar en el país a través de inmigrantes ilegales, pues en las últimas semanas han sido arrestados en la zona medio centenar de chinos que habían cruzado la frontera de forma clandestina.
La Policía arrestó el domingo a un ciudadano chino acusado de pertenecer a una red de tráfico de ciudadanos chinos a Vietnam después de que el primer ministro, Nguyen Xuan Phuc, hiciera un llamamiento para reforzar los controles en las zonas fronterizas con Laos, Camboya y China.
Vietnam, con 431 casos de coronavirus y ningún muerto, ha sido puesto como ejemplo por organismos internacionales por su rápida respuesta desde el mes de enero, cuando tomó las primeras medidas de contención, como la cancelación de conexiones aéreas con China y el cierre de las escuelas.
Algunas de las claves de su éxito han sido la experiencia adquirida durante la crisis del SARS en 2003, la eficacia de sus equipos de rastreo, los test sistemáticos a cualquiera que hubiera estado en contacto con un infectado y los confinamientos selectivos en zonas donde hubiera varios contagios.