La Guardia Civil ha investigado a un vecino de Arahal (Sevilla), de 60 años, como presunto autor de la muerte de dos galgos sumergidos en sacos en el río Guadaíra, mientras que un tercero pudo sobrevivir tras sacar el hocico por un agujero del saco.
Según han informado a Efe fuentes de la Guardia Civil, la investigación la han desarrollado agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) tras ser descubiertos los tres sacos hace dos semanas, en los que había dos animales muertos y uno vivo, en los tres casos con golpes en la cabeza.
Los investigadores han llegado a la conclusión de que los animales fueron maltratados antes de ser introducidos en un saco, atado con una cuerda para impedirles salir, y lanzados al río y solo uno pudo sacar la cabeza lo suficiente para al menos respirar sobre la superficie del agua.
Los perros fueron descubiertos por dos menores que paseaban en bicicleta por el campo, en un tramo del río Guadaíra a su paso por Arahal, en el paraje conocido como Molino de la Rubia.
Los tres perros tenían microchip a nombre de un vecino de La Puebla de Cazalla al que han citado a declarar junto con los menores los encontraron, aunque las investigaciones se dirigieron después hacia un vecino de Arahal como presunto autor de los hechos.
El galgo que sobrevivió fue trasladado por las voluntarias de la protectora El Amparo a una clínica veterinaria de Morón de la Frontera, donde se comprobó que tenía un fuerte golpe en la cabeza, heridas en la pata como consecuencia de haber estado atado y presentaba diferentes partes del cuerpo infectadas de parásitos.