El Antiquarium vuelve a abrir sus puertas a 'Poncio Pilato', una obra ya clásica de la Cuaresma sevillana que regresa este viernes por séptima temporada consecutiva y con las entradas agotadas para todas las funciones que se celebrarán hasta el día 29 de marzo.
En un comunicado, el Ayuntamiento informa de que la Casa de las Columnas de este histórico recinto volverá a acoger la puesta en escena de esta obra de teatro que se estrenó en 2014 y que ha agotado todas las localidades en cada una de las más de 100 funciones celebradas en estos cinco años. Así, unos 12.000 espectadores avalan este original montaje situado en torno a un mosaico romano real.
Al igual que en las anteriores temporadas, solo 100 espectadores situados alrededor de la escena en los restos arqueológicos podrán asistir a cada función de este espectáculo que narra las horas más difíciles de Poncio Pilato, "el hombre que pudo cambiar la historia".
Así, la obra recorre las situaciones que, hace más de 2.000 años, vivió el procurador romano de Jerusalén en el juicio a un profeta galileo que decía ser el Mesías. "Presiones, conflictos, intrigas, intereses religiosos y equilibrios políticos se mezclan en este drama de una hora y media de duración que no deja indiferentes a los espectadores", indica.
La obra está dirigida por el periodista José Luis Losa sobre textos escritos en colaboración con Fernando Fabiani e Isaac García, tras casi un año de documentación con libros históricos y la propia Biblia.
"Se trata de un drama de suspense político sobre la fragilidad del poder", afirma Losa, apuntando a "una experiencia teatral única en un entorno excepcional y a precios populares para una de las fechas más señaladas del calendario de la ciudad".
En esta ocasión, las representaciones se llevarán a cabo durante cuatro fines de semana de la Cuaresma. Desde el viernes 6 al domingo 29 de marzo se realizarán 16 funciones todos los viernes, sábados --doble función-- y domingos.
SINOPSIS
La obra refleja las horas "más difíciles" de la vida de Poncio Pilato, aquellas en las que recibe "presiones de todo tipo para que asesine a un galileo que no parece haber hecho nada grave como para merecer la crucifixión que le exigen". "Pero para Pilato, prisionero del poder, no se trata del futuro de ese pobre hombre. Se trata de evitar revueltas en las calles, del equilibrio político, de no perder a su esposa, de su propio futuro", señala.
Así, recurre a todo tipo de trucos para "evitar lo inevitable: manda a Jesús ante Herodes, lo ordena azotar públicamente para calmar al pueblo, da a elegir entre el rabí galileo y un terrible asesino llamado Barrabás, pero nada surte efecto".
Las conversaciones de esas horas con su centurión Marco, con su consejero Cordubio, con los sumos sacerdotes Caifás y Anás, con su mujer, Claudia Prócula, y hasta con uno de los discípulos de Jesús, Judas Iscariote, "ofrecen una buena radiografía de la situación personal a la que llega Poncio Pilato, inmerso en una encrucijada de caminos que pudo cambiar la historia para siempre".