La chirigota del Bizcocho era una de las grandes esperadas de la noche y su nombre, finalmente, no escondía ninguna sorpresa más allá de que no representaba a ningún personaje televisivo. Los carnavaleros, especialistas en motivar, empezaron la presentación por todo lo alto.
El primer pasodoble fue de presentación, con algo de humor pero con sentimentalismo al final. El segundo, muy emotivo, dedicado a Manolín Santander.
La tanda de cuplés fueron para el entrenador del Málaga y para ellos mismos con un tono picantón. Excelente pase.