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Los chiclaneros dan en la calle un ejemplo de democracia

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  • Numerosas personas esperaron a la salida al nuevo equipo de Gobierno. -
  • Medio millar de ciudadanos aguardaban impacientes la salida del nuevo alcalde
  • Tan sólo se produjeron algunos cruces de acusaciones

Uno de los protagonistas de este 22-N ha sido, sin dudas, el ciudadano de Chiclana, que ha decidido salir a la calle a manifestar sus sentimientos ante el cambio de Gobierno, que ha llevado al socialista José María Román a la Alcaldía, con el apoyo de su formación y las concejales de PSA e IU.

Antes de que comenzara el Pleno extraordinario, la confluencia de las calles Vega y Nueva comenzó a llenarse de simpatizantes de las formaciones que conforman la Corporación. Aún no se había cumplido las once y medio de la mañana cuando los concejales del Partido Popular, con Ernesto Marín al frente, llegaban a la Casa de Cultura. en ese momento, en la calle Vega apenas se concentraba medio centenar de chiclaneros, que mostraron su apoyo al que iba a dejar de ser alcalde de la ciudad. Cinco minutos después, llegaron al lugar los ediles del Partido Andalucista, Manuel Guerrero y Estefanía Benítez, acompañados por una veintena de simpatizantes, que portaban banderas de Andalucía y carteles a favor de la transparencia.

Sin embargo, los ánimos comenzaron a calentarse con la llegada de los concejales apartados de Izquierda Unida, José Pedro Butrón y José Antonio Blanco, que llegaron acompañados de sus familiares y allegados, bajo las increpancias de los votantes socialistas, que se acercaron al centro. Tras ello, llegaron las concejalas Nadine Fernández (IU) y Mari Ángeles Polanco (PSA), que fueron insultadas por los seguidores del ya anterior Gobierno municipal y aplaudidas por los votantes y simpatizantes de las formaciones que conforman en nuevo equipo de Gobierno.

El último en llegar fue el Partido Socialista, cuya comitiva estaba formada por más de un centenar de militantes. José María Román recibió la mayor ovación de la mañana, aunque varios ciudadanos comenzaron a increparle. Faltaba aún más de un cuarto de hora para el inicio de la sesión extraordinaria y la calle Vega estaba tomada por votantes de los cinco partidos con representación política. A pesar de ello, el amplio dispositivo policial (hay que recordar que hasta la Casa de Cultura se acercaron un total de 23 policías locales y diez guardias civiles) evitó que el cruce de declaraciones pasara a mayores.

Durante el pleno

Una vez comenzó el Pleno extraordinario, los ánimos de los chiclaneros se calmaron, mientras los discursos eran seguidos con mayor atención en el hall de entrada de la Casa de Cultura, donde se hallaban los invitados por los concejales, que presenciaron la sesión a través de una pantalla gigante. Durante las intervenciones, el silencio de los invitados se rompió para aplaudir las declaraciones de los portavoces municipales que, uno a uno, explicaban los motivos por los que votaría a favor o en contra de la moción de censura. En este caso, fueron los simpatizantes del Partido Popular los que tomaron el protagonismo, al igual que los invitados por los concejales José Pedro Butrón y José Antonio Blanco.

Mientras tanto, los ciudadanos esperaban impacientes en la calle Vega la salida de los concejales de los distintos partidos políticos de la Corporación. Tan sólo se produjo un amago de incidente entre varios militantes socialistas, que portaban una pancarta a favor de la vuelta de Román a la Alcaldía, y los familiares de José Pedro Butrón. Sin embargo, los agentes de la Policía Local lograron calmar los ánimos.

De todas formas, la tensión volvió a palparse en el ambiente ante la salida de los primeros concejales de la ya oposición municipal. En este caso, los primeros en abandonar el Salón de Plenos fueron los andalucistas Manuel Guerrero y Estefanía Benítez, así como José Pedro Butrón y José Antonio Blanco, que no esperaron a que se levantara la sesión. Apenas habían pasado nueve minutos de la una de la tarde, cuando los apartados de IU salieron a la calle. Butrón, con el puño izquierdo levantado, lideró el cortejo del aún grupo municipal izquierdista. Bajo los gritos de “Fuera, fuera”, los ediles apartados de IU alcanzaron la calle La Plaza, gracias al cordón policial que les abrió paso entre la multitud.

Tan sólo dos minutos después, sucedió lo mismo con los concejales del Partido Andalucista. Los chiclaneros presentes en la calle Vega (en este momento, la gran mayoría apoyaba al PSOE) volvieron a insultar y lanzar gritos contra los ediles andalucistas, que pudieron pasar la marea humana, que superaba el medio millar. De nuevo los agentes de la Policía Local y de la Guardia Civil tuvieron que escoltar a los representantes de la formación política.

Finalmente, tan sólo un minuto antes de cumplirse la una y media de la tarde y una vez había finalizado el Pleno extraordinario de moción de censura, fueron los concejales del Partido Popular los que abandonaron las dependencias de la Casa de Cultura, también bajo los gritos de “fuera, fuera”. De nuevo, los Cuerpos de Seguridad escoltaron a los ediles mientras atravesaban la calle Vega. Sin embargo, en esta ocasión apenas se escucharon insultos a los políticos. Incluso, los aplausos fueron los protagonistas una vez habían cruzado la multitud, en su mayoría, socialista.

A partir de ahí, los chiclaneros presentes en la zona comenzaron a corear frases como “Esto es un alcalde”, en alusión a José María Román; mientras esperaban expectantes la salida del nuevo regidor chiclanero.

salida del gobierno

Como si de un torero se tratase, el nuevo alcalde, José María Román, abandonó a hombros la Casa de Cultura; no sin antes dirigir sus primeras palabras como máximo representante de la ciudad y escuchar unas estrofas del cantaor local Rancapino. A partir de ahí, José María Román no dejó de saludar a todos los chiclaneros que le felicitaban, mientras cruzaba la calle Vega, en dirección a la Casa del Pueblo.

Los insultos y gritos en contra que sufrieron los miembros del anterior equipo de Gobierno se volvieron aplausos y felicitaciones a los nuevos integrantes del Gobierno municipal. El tránsito por la principal calle comercial de la localidad se convertiría en un paseo triunfal para los ediles de PSOE, Izquierda Unida y Partido Socialista de Andalucía. De todas formas, en este momento de la tarde, los representantes políticos de las tres formaciones tomaron rumbos diferentes.

Poco a poco, y una vez la Casa de Cultura había sido desalojada y cerrada al público, las calles Nueva y Vega volvieron a la normalidad. Banderas socialistas en el suelo y vallas de seguridad apartadas fueron las únicas consecuencias visibles que quedaron de una mañana histórica en la política local.

La fiesta del nuevo Gobierno local finaliza en la Casa del Pueblo

El último punto de interés de la jornada histórica, que ha devuelto la Alcaldía al socialista José María Román, fue la Casa del Pueblo, cuya entrada se convertiría en una improvisada sala de celebraciones.

Hasta este lugar de la ciudad se acercó buena parte de los ciudadanos que vitoreaban al nuevo alcalde a su salida de la Casa de Cultura. Tapas de chicharrones, y queso acompañaron a la cerveza y el fino chiclanero, para la que sería la fiesta del nuevo equipo de Gobierno. Prácticamente la totalidad de los concejales socialistas (excepto Sebastián Verdugo, que tuvo que ausentarse) disfrutaron de una fiesta, que perduraría hasta bien entrada la tarde.

Sin embargo, estos no fueron los únicos concejales que se acercaron hasta la sede del Partido Socialista, sino que las dos concejalas que completan el nuevo Gobierno municipal, Mari Ángeles Polanco y Nadine Fernández, también se sumaron a la fiesta. La primera en llegar a la celebración fue la representante de Izquierda Unida, que estuvo acompañada de su pareja y varios militantes de la coalición de izquierda. Poco después, llegaría hasta la Casa del Pueblo la edil de Partido Socialista de Andalucía, que estuvo acompañada de su marido, así como de familiares y compañeros del comité local del partido.

Aquí terminaba una larga fiesta, que comenzaba poco antes de las dos de la tarde, con la salida del nuevo Gobierno de la Casa de Cultura y que continuaba por las calles del centro.

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