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San Fernando

Posiblemente la única asociación de ese tipo que existe en España

La Asociación de Voluntarios Isleña (AVI) se presentó públicamente para dar a conocer sus fines y pedir la colaboración de las administraciones y de la sociedad

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Es, probablemente, la única entidad de ese tipo que existe en España y quizá por eso necesita más ayuda para darse a conocer, para explicar lo que son.

El viernes se presentaron oficialmente, entendiéndose el término oficial como una presentación a la habitual usanza, con un acto y con intervenciones de quienes tenían que explicar cosas. Eso sí, fue diferente porque ellos tienen, además de ganas de trabajar, una madrina.

En el Centro de Congresos, guiado por el mantenedor que esta vez fue Paco F. Frías, se habló de quiénes son y qué hacen, se agradecieron las ayudas que ya reciben y se recordó que ante tanta necesidad cualquier ayuda es poca.

 

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La Asociación de Voluntarios Isleños (AVI), con nombre de “caldo de gallina” ya es una asociación oficial a pesar de que llevan meses en una pequeña oficina de la calle Isaac Peral cedida por su propietaria. Voluntaria también.

AVI es una agrupación de hombres y mujeres que dedican parte de su tiempo a ayudar gratuitamente a las personas mayores y discapacitadas con problemas económicos.

Su objetivo es reparar los deterioros o averías que este colectivo de personas sufra en sus domicilios y que no impliquen una excesiva inversión económica.

Los voluntarios de AVI son profesionales cualificados para resolver las incidencias más frecuentes que se producen en el ámbito hogareño, como reparaciones de albañilería, fontanería, electricidad, carpintería etcétera. Asimismo realizan intervenciones preventivas para evitar accidentes dentro de la vivienda.  

La Asociación de Voluntarios isleños ofrece servicios de acompañamiento, limpieza domiciliaria y asistencia en cocina. Desde la oficina también ayudana mayores y discapacitados en la cumplimentación de formularios y trámites burocráticos.

No es una organización sanitaria, por tanto no ofrece ayuda médica, hospitalización ni medicamentos. Y no está vinculada a ninguna religión ni partido político. No respalda ni se opone a ninguna causa. Esos son sus credenciales en palabras de Frías que no se quiso alargar para no pisarle el discurso al presidente.

Las razones

Luego habló Trinidad Hormigo Valencia, psicóloga -terapeuta familiar sistémica, orientadora escolar y miembro de la Tertulia Literaria La Rayuela y ha trabajado en tema de voluntariado y de adopción y acogida.

 

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Hormigo ofreció la explicación a lo que significa pasar de ser una personas autosuficiente a una persona dependiente al llegar a una etapa de su vida que ella se negó a llamar “tercera edad” y la calificó como un nuevo estado al que se llega cuando toca.

Y el presidente de la entidad, Manuel Santiago Reyes, después de la proyección de un video-bucle realizado por el voluntario Sergio Monroy en el que salen algunas caras conocidas y varios voluntarios de AVI animando a colaborar, recogió la explicación de lo que es la entidad allí en el punto en el que la dejó Paco F. Frías y el proyecto de Viviendas seguras que abandera AVI. 

 

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En España hay un total de 47 millones de personas, de las cuales el 24,85 por ciento de la población tiene más de 60 años según el Instituto Nacional de Consumo. En San Fernando y según el censo de 2018 de un total de 95.174 habitantes existen 15.037 personas mayores de 65 años.

“Los últimos años han sumido a nuestro país y a nuestra ciudad en una dura crisis, que como siempre ha afectado a los más desfavorecidos, entre ellos a los mayores de 65 años que cobran pensiones de jubilación de escasa cuantía, habiendo aumentado el índice de pobreza entre este colectivo, llegando a alcanzar el 27 por ciento en la provincia de Cádiz. Eso, en números, equivale a más de 4.500 mayores en San Fernando”.

Por otro lado, el 80 por ciento de los accidentes que se producen en España son en el hogar, siendo considerado el colectivo de mayores de 65 años como un grupo de riesgo de sufrir este tipo de accidentes, puesto que el 40 por ciento de ellos se verá afectado por ello.

En definitiva, el 20,7 por ciento de la población mayor de 65 años tiene dificultad para realizar alguna de las actividades básicas de la vida diaria, aumentando exponencialmente con la edad y siendo el 30,8 por ciento con 80 años y del 53,7 por ciento a los 85 años.

“Todo esto, es la razón de ser de nuestro proyecto Vivienda Seguras, con el que pretendemos aportar nuestro granito de arena en hacer la vida más fácil a aquellos ancianos con baja renta que no se puedan permitir mantener en condiciones sus viviendas para evitar sufrir un accidente doméstico”, dijo Santiago.

    Para ello, por un lado, hancreado una Guía de Prevención de Accidentes Domésticos, “puesto que consideramos que la prevención es el factor más importante en estos casos. Mediante esta Guía se aporta una serie de consejos que son importantes llevar a cabo para evitar accidentes”.

Lo más difícil

La siguiente parte del Proyecto, “es más ambicioso y más difícil de llevar acabo y para el cual necesitamos de la colaboración de cuantas más personas mejor”.

    “Contamos con un voluntariado compuesto por profesionales, trabajadores en diferentes ramas, como fontaneros, electricistas, albañiles, cuidadores, trabajadores sociales, amas de casa, etc., que se dedican a realizar pequeñas reparaciones en el hogar de aquellas personas que no puedan permitirse el lujo de arreglar desperfectos en sus casas por no tener poder adquisitivo para ello y que puedan ocasionar a estas personas una caída o un accidente de cualquier clase”, dice el presidente.

“Nos referimos, por ejemplo, a una baldose suelta que les haga tropezar o una bombilla fundida que no puedan cambiar. Son pequeñas reparaciones, fáciles de efectuar por cualquiera de nosotros, pero muy difíciles de llevar a cabo para nuestros mayores”.  

“También hay personas que tan sólo necesitan alguien con quien hablar; para ellos también estamos ahí o que los acompañen al médico, diversas opciones, todo ello encaminado a hacer la vida más fácil y agradable a nuestros mayores”.

“Este proyecto, como han podido ver, es muy amplio, puesto que abarca muchas facetas de nuestro día a día y para el que necesitamos mucha ayuda y recursos”.

Las necesidades para proporcionar este ser vicio a la sociedad son tanto de tipo personal, ofreciéndose como voluntarios, como de tipo económico, proporcionando material para la realización de estas pequeñas reparaciones, como publicitarias, para darnos a conocer entre las personas susceptibles de utilizar nuestros servicios.

 “Tenemos nuestra sede localizada en la calle Isaac Peral 16 bajo. Allí atenderemos a todo aquel que quiera trabajar con nosotros o que necesite de nuestro servicio”.

Todo ello es costoso de mantener “saliendo a delante a trancas y barrancas, gracias a la generosidad de nuestros voluntarios y a donaciones de particulares y algún partido político”, dijo en presidente.

“Así no podemos continuar por mucho tiempo muy a nuestro pesar, puesto que sabemos que nuestra labor es muy necesaria y que ningún ayuntamiento se puede permitir el lujo de proporcionar”.

“Es por lo que necesitamos la colaboración de todas las administraciones públicas, organismos privados, federaciones, asociaciones, particulares, empresas, para la compra de materiales, gastos habituales de administración de la asociación.   

Medios tradicionales

Y curiosamente, en la era de la comunicación cuando “tenemos un gran aliado para llegar a la población a través de las redes sociales”, es precisamente a este grupo de población de mayores de 65 años sin recursos, los que tienen más difícil acceder a internet, puesto que la gran mayoría no está familiarizado con las nuevas tecnologías ni las utilizan”.

Es por eso que necesitan llegar a los medios de información más tradicionales tales como prensa, radio, televisión, carteles informativos, y el boca a boca que tan bien funcionaba antiguamente. “Pero claro, todo esto significa invertir con un gasto para el que no tenemos ingresos”.

Medios como San Fernando Información que además es gratuito o los demás de esta casa, radio y televisión, ya se han sumado a este proyecto pero como decía el vicepresidente de AVI, Manuel Pareja, en una entrevista concedida, para llegar a este tipo de personas lo mejor es el boca boca, el contacto directo.

Las personas que viven en un bloque de pisos saben si en él vive una persona mayor que se encuentre sola. Y las que viven en un barrio si en una casa unifamiliar alguien precisa ayuda.

Ellos son, los vecinos, los que pueden poner en manos de los voluntarios de AVI las necesidades que quienes la padecen ni se han planteado darlas a conocer porque ni siquiera saben que alguien les puede ayudar a algo yan sencillo como arreglar el grifo que gotea.

La madrina, Pastora García Marín

 “Nos sentimos muy afortunados de poder albergar entre nosotros desde hoy, a una persona solidaria y comprometida con las causas humanitarias de la Isla, a la que es habitual localizar entre los participantes de cualquier manifestación popular por nuestras calles y plazas. Una mujer sensible ante la problemática social que atormenta a los desfavorecidos, con la que vamos a crear un vínculo moral canalizado siempre desde el voluntariado, para lograr el objetivo común de hacerle la vida menos dura a quienes nos necesitan. Con eso nos basta”.

Esas son las consideraciones por las que Pastora García Marín pasaba a ser la madrina de la Asociación de Voluntarios Isleños y por ello le dieron las gracias y ella agradeció la deferencia. Para Pastora es fácil ser voluntaria. Siempre lo ha sido y eso es lo que vieron en ella los promotores del acto.

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