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“Yo diría que actualmente estoy en el momento más feliz de mi vida”

María Villalón está de vuelta para el espectáculo musical con Desde Ayamonte hasta fado, una propuesta que une la copla con el folclore portugués

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  • Un viaje musical desde Ayamonte hasta fado. -
  • Nunca sabes dónde vas a acabar pero mi madre siempre me ha dicho una cosa: “María, los frutos se acaban recogiendo”
  • El fado tiene mucho de la copla, me crié escuchando esas canciones, esos giros de los fados, que forman parte de mi manera de cantar

Ser artista y mostrarlo en un escenario. Es lo que María Villalón quería desde pequeñita, desde que tenía tres años que fue cuando empezó su abuela a enseñarle sus primeras canciones, que fue cuando empezó a cantar. Se recuerda con con “tres añitos cantando en el carrito”. Desde entonces lo tenía claro, porque  si “todos tenemos algo que es lo que más feliz nos hace en el mundo”, a esta rondeña practicante era el de cantar y estar en un escenario, con esa magia de la música en directo. Para ella: “Lo más bonito del mundo”.

El fado tiene mucho de la copla y yo me crié escuchando esas canciones, esos giros de los fados, que al final forman parte de mi manera de cantar, tanto nuestras coplas como los fados y la música portuguesa, entonces, para mí es muy importante

Si tuviera que definir el momento actual de María Villalón en pocas palabras, ¿cómo lo haría?

Yo diría que estoy en el momento más feliz de mi vida

Eso implica mucho, ¿no?

Implica mucho pero es verdad. Siempre que te dicen: “Los 30 es la mejor edad”, es verdad acabo de cumplirlos y tanto personalmente como en todos los aspectos de mi vida estoy viviendo un momento increíble y tengo la suerte de poder decir que estoy haciendo lo que más me gusta en el mundo, poder dedicarme a hacer lo que más te gusta y te llena en el mundo es la mayor de las suertes, así que…

Comenzó hace poco su gira Desde Ayamonte hasta fado, y además en su tierra y con buena acogida, que tiene que ser lo que uno sueña    

La verdad es que sí, que después de ese parón de casi tres años sin conciertos y retirada de la música, volver a los escenarios en casa, en mi tierra, en Ronda con dos días con el teatro lleno fue la mejor manera de volver a los escenarios.

Vaya, que está viviendo esta gira espectacularmente.

Sí, porque llevaba ya muchos años diciendo: “Si algún día vuelvo a la música lo voy a hacer volviendo a la María de los orígenes, la que cantaba fado, copla, la María que fusionaba el folclore, por lo que tener la suerte de poder volver haciendo lo que más me gusta, no tiene precio, de verdad. (Se ríe).

¿Qué le pide a lo que viene de gira?

Espero que quien venga disfrute, que funcione, y que pueda dedicarme a esto qué es lo que más me gusta en el mundo, así que le pido que vaya bien y que pueda conseguir un huequito en el mundo de la música. Eso es lo que le pido.

Un huequito se puede decir que ya lo tiene...

Es complicado, pero estamos en ello.

La dirección musical de su espectáculo es de Alejandro Romero, que yo quiero que cuente usted quién es para el que no lo conozca. 

Tiene un currículum que podríamos hablar de él durante dos horas, tengo mucha suerte de que forme parte de mi proyecto porque es un proyecto complicado, en el que hay que fusionar folclore, y nadie mejor que él que ha estado los últimos ocho años siendo director musical del Circo el Sol, viajado por el mundo entero; es capaz de coger una canción y darle la vuelta, es la persona que necesitábamos en este proyecto y la verdad que tanto él como el resto de la banda, para mí es una suerte, porque es verdad que cuando acaban los conciertos la mayoría de la gente se me acerca y me dice: “Oye, lo de tu banda impresionante”, y es verdad.

La copla y el fado maridan bien…

Sí, porque Portugal lo tenemos muy cerquita pero conocemos poco de Portugal en general, de su folclore, de su música tradicional, pero el fado tiene mucho de la copla y yo me crié escuchando esas canciones, esos giros de los fados, que al final forman parte de mi manera de cantar, tanto nuestras coplas como los fados y la música portuguesa, entonces, para mí es muy importante.

Y con un pellizco de Cádiz.

Con un pellizco de todos lados, porque mira, también te digo: yo soy mitad de Ronda y mitad de Setenil de las Bodegas, así que tengo parte gaditana y parte malagueña, tengo ahí una fusión buena.

Hace un guiño A tu cara me suena, el programa de televisión del que salió ganadora.

Realmente lo que yo estoy viviendo ahora es gracias a esa oportunidad que he tenido en Tu cara me suena, hace unos meses y me parecía bonito que dentro del espectáculo hiciéramos un guiño a las actuaciones más significativas que hubo dentro del programa y que se mueven un poco dentro de ese tipo de música que estoy haciendo ahora, como hacia la mitad del concierto que hago tres imitaciones que son Antonio Molina, María Dolores Pradera y Dolores Vargas la Terremoto

Divertidísima esta última…

Sí, sí, mucho. Hay que tener una energía de verdad para hacer la canción de La pelota que yo digo que es equivalente a hacer una coreografía de Beyonce, qué energía, qué fuerza y qué terremoto, por algo la llamaban así. Yo termino La Pelota exhausta.

Ese ambiente de buen rollo que se transmite en el programa, ¿es de verdad?

Esa pregunta me la hacen  muchísimo, y te digo que es verdad no, lo siguiente; yo he tenido mucha suerte de caer en una edición donde todos mis compañeros son bellísimas personas, en ningún momento ha habido ni competitividad ni malos rollos, al revés, siempre hemos estado ayudándonos, siempre me han mostrado un apoyo y un cariño brutal, porque claro, yo llegué y al final, las cosas como son, yo era la desconocida y ¿quién es esta?, porque fui a parar a una edición donde todo el mundo era muy conocido, muy de actualidad, entonces ver cómo se va acabando el programa y que todos de corazón te dijeran: “María, yo quiero que ganes tú, porque nosotros tenemos nuestras carreras y a mí me haría feliz que ganes tú y tengas la oportunidad de tener un hueco y una carrera”; a mí eso me parece lo más bonito que me ha pasado en el programa, el cariño sincero y la emoción sincera de mis compañeros cuando gané, eso es inolvidable, cada vez que veo el vídeo me emociono.

“Y de aquel sentimiento nació el lamento de esta canción” dice la letra de María la Portuguesa, ¿sin sentimiento no hay música?

–Para mí la música es sentimiento, es transmitir, por eso esta gira por teatros, tenía claro que quería enfocar mi carrera a eso, a un público que viniera a un teatro, se sentara a disfrutar y a sentir la magia de la música y de las emociones, porque para mí la música es eso, la magia del directo y el poder transmitir; los sentimientos que yo tengo cuando canto, que le lleguen al público, para mí, eso es la música y su magia.

Sentimiento y pasión que siente usted desde niña y que no ha tenido un camino fácil.

No, no ha sido muy fácil (ríe). Claro, yo empecé muy pequeñita, con 14 años, que fue cuando saqué mi primer disco que fui vendiendo puerta por puerta, bar por bar, tienda por tienda… y así empecé a dar mis primeros conciertos, y desde entonces han pasado quince años en los que, aunque la mayoría de la gente no lo sepa, tengo siete discos, dos libros, he tocado en todos lados, pero la música, el arte en general, es una montaña rusa en la que ha habido mejores momentos, peores, y llegó un punto que yo dije que ya no me quedaba nada por intentar, un punto muerto, que fue lo que me paso, y dije: “Pues a lo mejor no está para mi”;  sin drama de verdad, como, oye, yo lo he intentado, pero será que la vida me tiene otra cosa preparada, y allá que me fui a vivir a Escocia y cuando alejada de todo, a otra cosa, sin nada de música, pensando que fue una etapa de mi vida y que yo lo intenté, que es lo importante cuando tienes un sueño, intentarlo…, estaba en esa y recibo una llamada que yo había deseado siete u ocho años de mi vida, que nunca había llegado y que lo hizo cuando yo ya de corazón, no esperaba nada.

Hay que agradecer que no desistiera. No sé qué siente ahora, cuando mira hacia atrás, cuando repasa cómo dice el título de uno de sus libros: El insólito viaje de una gota de lluvia…

Es que la vida es así, como el viaje de una gota de lluvia, cómo que nunca sabes dónde vas a acabar parando; la gotita de lluvia empieza a caer y no sé sabe nunca dónde va a parar, pues la vida es un poco lo mismo, pero mi madre siempre me ha dicho una cosa: “María, los frutos se acaban recogiendo”, y es verdad, a lo mejor no en la forma que te lo esperas, pero todo esfuerzo acaba teniendo su recompensa y lo digo de corazón, aunque ya no pasa más nada, todo lo que estoy viviendo, la oportunidad de estar haciendo lo que estoy haciendo ahora, para mí, es una recompensa a tantos años de trabajo y esfuerzo, ya no solo de mi parte, sino por mi familia, toda la gente que me ha acompañado durante estos años que ha creído en mí, que ha luchado por mi carrera. El momento que estoy viviendo es tan bonito porque yo lo siento como recoger los frutos de esos quince años que llevo peleando y nunca salía, nunca salía, venga pues otra vez, otra vez, y ahora parece como que es el momento de recogerlo.

 

 

 

 

    

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