Sólo el aire pasea por sus pasillos. Un aire que se cuela entre las columnas del claustro para atravesar ventanas sin cristales. Algunas palomas hallaron allí un hogar donde anidar. Los naranjos siguen floreciendo tras las lluvias de primavera, impregnando los patios de olor a azahar. Pero ese olor se mezcla con el del polvo, la humedad y el vacío que habitan el Monasterio de Santa María del Arrabal. Han pasado más de trece años desde que las hermanas concepcionistas –actuales propietarias de este convento– marcharan de la estancia. Si entonces fue el agua la que venció sobre su techo, hoy es el paso del tiempo el que va venciendo poco a poco los pilares del edificio.
Imagina que aquí se hace un hotel y lo que eso dinamizaría la economía del barrio”En esta ciudad pequeña que el mar no deja crecer más, paradójicamente existen varios edificios vacíos, en desuso o en ruinas como este. Algunos de particulares, otros de instituciones y muchos tantos del obispado. Este convento de casi 4.000 metros cuadrados pertenece a cinco monjas. Son las herederas de la congregación a través de los siglos. La mayor de todas, la madre abadesa, considera que debe mantener el legado tal y como hicieron sus predecesoras. Sin embargo, son conscientes de que son muchos metros los que poseen. Muchos más de los que necesitan.
En la Asociación de Amigos del Monasterio de Santa María también lo saben. Por ello, además de perseguir la conservación, restauración y mantenimiento del Monasterio (facilitando la vuelta de las hermanas), también destacan la importancia que podría llegar a tener. "Imagina que aquí se hace un hotel de cinco estrellas y lo que dinamizaría la economía del barrio”, comenta Antonio Ramos Gil, presidente de la asociación. “A nosotros nos gustaría que hubiera una reconstrucción de una parte para que las monjas pudieran volver, mientras que el resto sería susceptible de cesión o enajenación”, añade.
Ya hace unos años, concretamente en julio del 2013, se puso en marcha un proyecto similar en el barrio de Santa María con el Hotel Boutique Convento Cádiz, emplazado en el antiguo convento de Santo Domingo, fundado en 1635. Actualmente parte de las dependencias es una hospedería que dispone de 22 habitaciones. Esta sería una buena solución para salvar el Monasterio de Santa María, con una parte transformada en parador que permitiera la rehabilitación de todo el edificio.
El columbario
El problema es el dinero y la falta de un inversor que se haga cargo de las dependencias. Ellos, desde la asociación, siguen poniendo en marcha actividades para recaudar fondos y poder ir acometiendo las obras por su cuenta. A los socios y las visitas culturales que suelen hacer por el antiguo monasterio, ahora se suma la creación de un columbario dentro de la propia iglesia de Santa María, en una salita contigua a la capilla de Santa Beatriz de Silva.
El nuevo proyecto tiene capacidad para 186 nichos familiares con capacidad para dos urnas cada uno. Además dispone de un cenizario común. “Este espacio está abierto a todas las personas de Cádiz, y ofrece la posibilidad de que sean depositadas las cenizas de la persona que se desee. Lo que se recaude con esta iniciativa irá destinado a la reconstrucción del monasterio”, apunta Ramos.
El régimen establecido es de 2.000 euros por cada nicho por 50 años. Además de una cuota de 20 euros anuales para el mantenimiento de las propias instalaciones. Los interesados en el uso de este servicio pueden obtener toda la información en el número de teléfono 956286151.