El Camp Nou acogerá este sábado lo más parecido a una final liguera, en la que el Atlético de Madrid goza de la última oportunidad para avivar un título que, a falta de ocho jornadas, el Barcelona tiene controlado con una ventaja de ocho puntos con respecto al equipo rojiblanco.
Con la ida de los cuartos de final de la Liga de Campeones ante el Manchester United en el horizonte, Ernesto Valverde quiere encarrilar el título liguero cuanto antes para centrarse en la competición continental, el trofeo que, a principios de curso, Lionel Messi calificó como "esa copa linda y deseada".
Un objetivo que pasa por sumar los tres puntos ante el Atlético de Madrid. Con el Real Madrid descartado en la pugna final por la cima, solo el equipo de Diego Simeone puede poner en duda la jerarquía con la que los azulgrana han dominado la competición.
Goza de un colchón considerable el Barcelona, si bien el vestuario azulgrana no quiere sustos. Quizá por ello, en las últimas semanas tanto Valverde como algunos pesos pesados de la primera plantilla recuerdan lo sucedido hace tres años, cuando el Barça tenía ocho puntos más que el Atlético y doce más que el Real Madrid en la jornada 29 y, a cuatro fechas para el final, el equipo colchonero dio caza al líder.
Este fin de semana se disputa la jornada 31. De ganar, el Barcelona afrontaría los últimos siete partidos ligueros con una renta de once puntos, suficientes para reservar a jugadores clave en la Liga con vistas a las eliminatorias de 'Champions'.
De este manera, no se prevé que Valverde dé descanso ante el Atlético a los jugadores habituales, por lo que Gerard Piqué, Ivan Rakitic y Lionel Messi, suplentes en el 4-4 contra el Villarreal, apuntan a jugar de inicio.
No estará, en cambio, Arturo Vidal, que ante el Villarreal vio la quinta amarilla en la competición doméstica. El chileno, pieza clave ya sea como titular o como refresco en los partidos decisivos, será una baja sensible para Valverde, que todo apunta que apostará por una medular formada por Busquets, Rakitic y Arthur.
Una de las novedades podría ser el regreso de Ousmane Dembélé. El delantero francés ha empezado a ejercitarse al mismo ritmo que sus compañeros y, si recibe el alta de la lesión muscular en el bíceps femoral de la pierna izquierda, podría entrar en la convocatoria, aunque su participación como titular estaría casi descartada.
Enfrente, el Atlético está ante una ocasión. A diez puntos hace dos jornadas del liderato, ahora está a ocho; cinco si consigue el triunfo en el Camp Nou, además de la diferencia particular en sus enfrentamientos directos, en juego por el 1-1 de la primera vuelta en el Metropolitano con el gol azulgrana en los instantes finales.
Una oportunidad quizá contra la lógica, tal y como ha sido el desarrollo hasta ahora de la competición de este curso, y contra la historia de la Liga de tres puntos, porque nadie remontó tal cantidad para ser campeón a falta de tan poco, y de la era Simeone en el Camp Nou, donde nunca ha ganado un partido en once visitas.
Otra Liga pendiente de ese estadio. En este caso la posibilidad de competir por ella. No ha vencido nunca allí un encuentro, pero sí ganó el campeonato con un 1-1 el 17 de mayo de 2014 y construyó dos clasificaciones para las semifinales de la Liga de Campeones, en 2014 y 2016. Ahora pone en juego su ambición sin términos medios: ganar, ganar, ganar... O adiós a la Liga. No hay ningún matiz.
Ni hay margen para el conformismo ni para la especulación. Ni siquiera para armarse solo en torno a su área como en alguna que otra ocasión en ese campo, cuando el empate también aparentaba ser un resultado favorable. Nada de eso le vale. Sólo es útil la victoria. Sólo así podrá creer que el campeonato todavía es posible.
En eso está el Atlético, reanimado del batacazo en la Liga de Campeones en Turín frente al Juventus (3-0) y de la derrota siguiente en Bilbao (2-0), cuando la Liga pareció imposible, con dos victorias consecutivas, seis goles a favor y cero en contra: 0-4 al Alavés en Vitoria y 2-0 al Girona en el Wanda Metropolitano.
Un impulso de ánimo, confianza y convicción para el equipo, que dispone de Diego Costa, Álvaro Morata, ambos en duda durante la semana por diferentes molestias, y de todos menos Thomas Lemar para insistir en el asalto a la Liga, además de la conocida baja de Lucas Hernández, que ya no volverá a jugar más con el Atlético.
Simeone tiene casi todo para armar su once. La duda es si juntará de nuevo en la alineación inicial a Diego Costa, Morata y Antoine Griezmann, como hizo en los dos últimos encuentros en los que tuvo a los tres disponibles -contra el Girona fue baja Costa-. Si es así, sólo habría tres huecos en el centro del campo para cuatro hombres: Koke Resurrección, Rodrigo Hernández, Saúl Ñíguez y Thomas Partey.
Por detrás, Juanfran Torres, José María Giménez, Diego Godín y Filipe Luis apuntan a la defensa titular, con la alternativa de Saúl para el flanco zurdo, mientras que Jan Oblak, imbatido 114 veces en sus 201 partidos con el Atlético, pero ninguna en el Camp Nou, defenderá la portería frente a Messi y Luis Suárez, que le han marcado tres goles cada uno en sus cinco duelos en ese escenario.
Además, más allá del césped, las miradas también estarán puestas en las gradas, donde la afición azulgrana se reencontrará con Griezmann por primera vez desde que el año pasado descartó fichar por el Barcelona para seguir en el Atlético con el documental 'La Decisión'.
- Alineaciones probables:
Barcelona: Ter Stegen; Semedo, Piqué, Lenglet, Alba; Busquets, Arthur, Rakitic; Messi, Coutinho y Luis Suárez.
Atlético de Madrid: Oblak; Juanfran, Giménez, Godín, Filipe; Griezmann, Koke, Rodrigo, Saúl; Morata y Diego Costa.
Árbitro: Jesús Gil Manzano (Comité Extremeño).
Estadio: Camp Nou.
Hora: 20.45