Investigadores de las universidades de Sevilla y de Huelva han publicado un estudio en el que alertan del riesgo cardiovascular entre los costaleros que portan los pasos de la Semana Santa por su "escasa preparación física".
El estudio aborda el índice de masa corporal (IMC), la relación cintura-cadera y el nivel de grasa corporal de los costaleros, y concluye que los individuos estudiados "están sujetos a una alta demanda física, pero presentan una escasa preparación física previa, lo que aumenta el riesgo cardiovascular a medio y largo plazo".
Además, los datos obtenidos señalan que la tensión arterial de los costaleros durante el esfuerzo se multiplica por dos, según recoge el estudio, hecho público este jueves y que forma parte de una tesis doctoral.
"Aunque los participantes en la investigación perciben su estado de salud como bueno y creen que cuidan su dieta, los hechos no parecen mostrar un estilo de vida saludable. Por todo ello, tenemos que clasificar como un grupo de riesgo desde un punto de vista cardiovascular", afirman los investigadores.
"Las diferencias entre salud real y percibida provocan que la modificación de los hábitos poco saludables sea más difícil, ya que el sujeto no percibe la 'nocividad' de sus actos", explica el profesor de la Universidad de Sevilla Juan Gavala.
Además, el aumento del índice de masa corporal disminuye la capacidad de recuperación cardíaca después del esfuerzo.
Por su parte, el aumento de los niveles de grasa corporal provoca un aumento de las cifras de presión arterial en reposo, lo que confirma la importancia de controlar los niveles de adiposidad como factor de riesgo para la rigidez arterial en adultos de mediana edad.
En este estudio han participado 1.500 costaleros de todas las hermandades de Sevilla y un centenar de costaleros de la Hermandad del Prendimiento de Huelva, a los que se les sometió a distintas pruebas para medir la condición física del sujeto.
Los costaleros se enfrentaron al test de Ruffier-Dickson para conocer la resistencia cardiaca al esfuerzo y la capacidad que tiene la persona para recuperarse tras el esfuerzo.
Por otra parte, gracias a la prueba Abalakov, se tomó medida de la fuerza o potencia del tren inferior de los sujetos midiendo la altura de un salto ('levantá').
Tras el estudio, los expertos hacen hincapié en la importancia de que los costaleros se hagan una revisión médica y se entrenen de forma adecuada bajo la dirección de profesionales de Ciencias del Deporte.
Además, antes de meterse bajo la trabajadera, deben realizar unos pequeños movimientos de estiramiento y movilidad articular, lo que les asegurará "un gran disfrute" de su trabajo "debajo del palo".
"A nadie se le ocurre correr una maratón sin prepararse previamente, o hacerse un pequeño chequeo médico. Pues salir de costalero es algo parecido", afirman los investigadores.
El 99,9 % de las lesiones que sufren los costaleros se podrían evitar con una preparación física adecuada y un control de los hábitos alimenticios y del estilo de vida, concluye el estudio.