Estos alcalareños llegan al presente concurso como unos vigilantes de centros comerciales muy chirigoteros. Primera letra al tipo, donde hablaban de que hacen la vista gorda cuando ven que alguien roba por necesidad. En el segundo, también al tipo, homenajeaban a sus madres buscando la similitud con los vigilantes, ya que esta velaba por su seguridad y ahora por la de sus nietos.
El bombo y la caja suenan regulá na má. Simpaticones los cuplés y el popurrí, aunque no para la desorbitada reacción del público.