Tristeza, frustración o desastre son algunas de las palabras que han dirigido vecinos y comerciantes sondeados por Andalucía información ante el retraso en la instalación del alumbrado extraordinario de Navidad. Lo que aparentemente era una polémica política ha traspasado los muros de San Juan de Dios y los gaditanos no se callan a la hora de valorar lo ocurrido.
Por el momento se sigue manejando como fecha tope para que toda la instalación esté montada en las calles gaditanas el próximo jueves 20 de diciembre y eso hace que los ánimos estén bastante caldeados. Mientras que hay quien considera que es mejor gastar el dinero en cuestiones más importantes que el alumbrado de Navidad, o quien opina que el hecho de que haya más o menos alumbrado no atrae ventas a los comercios, la gran mayoría está indignada por cómo se han desarrollado los acontecimientos, por el retraso y la falta de alumbrado en las calles de la ciudad, especialmente si se comparan con otros municipios.
Mientras tanto, en el fuero político, el alcalde de la ciudad, José María González, sigue sin entender qué ha ocurrido con un expediente “tan sencillo” si se compara con otras cuestiones como la remunicipalización. “No puede volver a pasar”, decía el regidor municipal tras el desayuno con la prensa, insistiendo en que se está analizando el problema “y viendo dónde está el escollo para que no se vuelva a repetir”. No comprende que “algo tan sencillo no se esté a la altura de las expectativas”, a la vez que es consciente de que “los ciudadanos cuando miren hacia arriba deben sentirse orgullosos de su alumbrado. No va a volver a pasar, aunque me tenga yo que ocupar de esas cosas”.
Sin embargo, desde la oposición consideran que ha habido una mala gestión de la que habrá que dar explicaciones. Desde el PP, el candidato a la Alcaldía, Juancho Ortiz, declaraba que “el alumbrado de Navidad ha sido un gran fracaso, fue una falta de oportunidad de proyectar la Navidad a todos los municipios”.
Por su parte, el candidato socialista, Fran González, declaraba que “evidencia el caos en el que está inmerso el Ayuntamiento y lo podríamos usar de ejemplo para significar lo que han supuesto estos tres años. Empezaron prometiendo luces para antes del puente de diciembre, posteriormente las luces no estaban, evidencian lo que hacían antes de las municipales: prometían todo y al final nada; después el pliego se había conformado en tiempo y forma, pero la Ley Electoral lo impedía; y en otra ocasión era un problema de los grupos de la oposición porque los técnicos estaban asustados”.
A juicio de González, todo es una excusa, pero la realidad es “cuál es el concejal encargado de este tema, cuándo empezaron a arrancar con el expediente. Intentan jugar a buscar un culpable”. Al final, el ciudadano de a pie no entiende que lleguen las Navidades y no esté puesto el alumbrado en su ciudad, y que, sin embargo, haya otras que sí lo luzcan sin ningún tipo de impedimento y en su máximo esplendor.
Un itinerario con badenes
El equipo de José María González llegaba al Gobierno de la ciudad en 2015. Serían sus primeras Navidades al frente de la gestión municipal y esa novedad no supuso ningún escollo para el nuevo Gobierno local.
Sin embargo, en 2016, se decidía cambiar la propuesta de exornos navideños y se iluminaban únicamente cinco plazas del Casco Histórico y siete emplazamientos de Extramuros, a los que se sumaba la avenida principal de la ciudad.
Tras la necesidad de tener que contar con un convenio con Eléctrica de Cádiz para ampliar el número de calles con alumbrado extraordinario, tras las quejas de comerciantes, partidos políticos y otros colectivos, se decidió cambiar de estrategia.
En 2018, el pliego recogía la instalación de hasta 375 arcos de luces que colgarían en las calles durante la campaña de Navidad. Una cifra que supera también al pliego que estuvo en vigor en los años 2014 y 2015 (371 arcos se exigía entonces a la empresa adjudicataria). A pesar del esfuerzo presupuestario, donde se ha contado con 80.000 euros más que en anteriores ocasiones, los planes municipales no se han cubierto ni se han cumplido y las ilusiones de los comerciantes se han tornado frustradas al comprobar que en muchas calles del Casco Histórico aún cuelgan por las fachadas el cableado donde deben empalmarse las estructuras de los exornos navideños.
Una “vergüenza” decían algunos de los comerciantes del centro de la ciudad; mientras se escuchaba de fondo a alguna clienta que consideraba que la ambientación navideña no invita a las compras porque “el dinero es el que hay. O se tiene o no se tiene y para eso da igual que haya luces o no las haya”. Lo cierto es que hasta el propio alcalde es consciente de que han fallado en algo, ahora la cuestión es concretar en qué.