Al Sporting Puerto de Huelva le vendrá bien el parón por selecciones para poner las ideas en su sitio. Ocho partidos jugados y sólo dos puntos conseguidos. Es colista y la permanencia está alejada en cinco puntos. Las onubenses no son superiores a nadie, les persigue la mala suerte -dos disparos al travesaño- y las fichajes no terminan de adaptarse al fútbol del técnico Antonio Toledo. Lo vivido este domingo en el mítico estadio de Las Gaunas es parecido a lo que ya ha ocurrido en estos primeros meses de competición.
El Logroño, un rival directo por la permanencia, se adelantó en el minuto 10 de partido. Dorine Nina se aprovechó de una jugada a balón parado para adelantar a las riojanas. El partido se ponía muy cuesta arriba para los intereses sportinguistas. La necesidad por ganar hizo que las onubenses cometieran errores evitables.
Aún así, el Sporting tuvo ocasiones para marcar. Antes de llegar al descanso, la internacional argentina Flor Bonsegundo estrelló un balón en el larguero. Además, nada más empezar la segunda mitad, Mónica Bitencourt, que acababa de entrar en el partido, también disparó al travesaño. Dos palos que podían haber dado la vuelta al partido, pero no fue así.
Para colmo, la zaguera Patri Ojeda tuvo que abandonar el partido por lesión. En el minuto 76, Barbra Banda hizo el 2-0 en un remate de cabeza. El Sporting buscó recortar diferencias a pecho descubierto en el tramo final del encuentro pero no obtuvo éxito. Antonio Toledo tiene dos semanas por delante para revertir la situación deportiva de la entidad. Por el momento, el equipo sufre mucho en defensa, determinadas futbolistas que deberían marcar la diferencia no lo hacen y hay una falta de gol importante. El Valencia, próximo rival.
