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La bióloga a la que le apasiona enseñar Ciencias

Ana Villaescusa es la ‘madre’ de Diverciencia, que nació como una muestra de un colegio y hoy es referente internacional de la divulgación científica

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  • Ana Villaescusa, posando con estudiantes en Diverciencia -

Más de 2000 alumnos de Algeciras y otras localidades llegados de más 35 centros escolares, once de ellos de Educación Infantil y Primaria, y 24 de Secundaria, Bachiller, Universidad y Enseñanza de Adultos, dieron a conocer la pasada semana a los ciudadanos el mundo de la ciencia en la decimosegunda edición de la  Feria de la Ciencia en la Calle: Diverciencia.

“Diverciencia tiene que ir a sumar más centros y sumar más comarca"

El lugar de celebración fue la Plaza Alta, de Algeciras, con un añadido en el edificio municipal La Escuela, que quedó reservado para los escolares. Más de 12.000 personas visitaron  los expositores de esta peculiar feria que tiene como madre a Ana Villaescusa.

Esta bióloga y profesora jubilada nació el 15 de noviembre de 1952 en Cartagena. Dos años más tarde vino al mundo su hermana Concha. Su padre era director de una agencia española de petróleo, profesión que le llevó a residir en varias ciudades, recalando en Jerez, donde falleció en 1968. Su madre, maestra de profesión,  fijó su domicilio en su ciudad natal, Cádiz, donde las dos hermanas terminaron el Bachillerato e iniciaron sus estudios universitarios. La pequeña se matriculó en Medicina. La mayor, Ana, optó por la Biología y cuando tuvo el título decidió dedicarse a la enseñanza, primero en Jerez para trasladarse con 24 años a Algeciras, trabajando en la Huerta de la Cruz y luego en  Salesianos. Allí dio clases a adolescentes de catorce años. Y en Salesianos, años más tarde, nació Diverciencia.


Fue en 2006. A Ana le tocó  ese año un curso que califica como “un regalo del cielo”. “Eran alumnos especiales, aplicados  y muy interesados por las ciencias”. Ana estaba encantada y en el patio cubierto del colegio montó una muestra de los experimentos que habían realizado el alumnado como trabajo de curso.

Ya por entonces, la bióloga había visitado la Feria de Divulgación de la Sevilla, evento pionero en esta materia, y propuso que para el siguiente año la muestra salesiana bien podría celebrarse en la calle y darla así a conocer a la ciudadanía. Y es que para Villaescusa, el científico tiene que divulgar sus hazañas. “No hay que perder nunca la idea de la divulgación. Lo que hagas tienes que contarlo y para eso también sirve Diverciencia, para contar lo que se hace en las clases de los colegios y de los institutos”, explica ahora.

Diverciencia salió a la calle y la propia Ana Villaescusa se encargó de buscar a los patrocinadores. Ya entonces se unió la compañía Cepsa, la Universidad de Cádiz, el Centro de Profesores, el Ayuntamiento y otros más.

En 2011 se creó la Red de Ferias de la Ciencia y la Divulgación, de la  Fundación Descubre.  Diverciencia se sumó constituyéndose como la Asociación Amigos de la Ciencia, que no se limita a organizar la muestra, sino que se involucra en más en las tareas de divulgación con un calendario de actividades mensual en Algeciras: talleres para escolares, conferencias, entre otros eventos.

“Me hice biólogas porque desde muy pequeña me han apasionado las Ciencias Naturales. Fue una vocación muy clara desde muy joven y una vocación añadida que es la enseñanza que también lo tuve pronto clara. Cuando me metí en la carrera sabía que lo que quería era enseñar. Es un gen que me viene de mi madre, que era maestra y que siempre nos animó a la lectura, al conocimiento. Esa enseñanza que ella hizo con mi hermana y conmigo fue lo que me llevó a dedicarme a la enseñanza, que en mi caso es una auténtica pasión”, relata Ana Villaescusa.

"Nunca pensamos que íbamos a estar tanto tiempo y ahora mismo somos una feria referente en Andalucía", asegura Ana Villaescusa tras cerrar este año la muestra. En la Plaza Alta se ha encontrado con viejos amigos, entre ellos muchos de los que fueron sus alumnos y hoy ya pintan canas.  “Hoy ha venido un antiguo alumno que ahora es ingeniero aeroespacial y que trabaja en Dinamarca. Ha vuelto de vacaciones y se ha pasado por Diverciencia para verme. Me dio una alegría horrorosa”, cuenta.

Para ella, el alumnado tiene un lugar dedicado en su vida. “Estoy muy orgullosa de todos mis alumnos, ya hayan sido buenos, malos, regulares, buenos estudiantes, peores estudiantes. Muchos que eran unos trastos como estudiantes me dicen ahora cuando me los encuentros que yo era una profesora muy exigente, pero que enseñaba muy bien y ponía mucha pasión en lo que hacía, que todo lo que explicaba lo hacía desde el corazón y eso es lo mejor que te puede decir un alumno. Me siento una privilegiada”, responde.

Asegura que en sus años como docente su objetivo era transmitir la pasión al alumnado la pasión que ella siente por la ciencia a todos mis alumnos, pero que aunque no lo he conseguido en todos, se siente más que satisfecha por su trabajo.

Villaescusa advierte que Diverciencia no es sólo una forma de de divulgar de forma divertida las ciencias, sino que hay también un trabajo científico riguroso. “Nosotros no trabajamos sólo el aspecto lúdico de la ciencia, que también lo hacemos y especialmente para acercar a los más pequeños, que es donde más se fomenta la ciencia como un juego. Pero a medida que esos niños van creciendo y ya se meten en Secundaria y en Bachillerato, hay trabajos muy potentes y con un nivel de perfección muy alto”, explica.

Esto lo avalan los múltiples premios nacionales e internacionales que tienen trabajos que han salido de Diverciencia. Así, varios alumnos algecireños han obtenido premios en el Concurso Internacional de “Ciencia en Acción”

Tiene claro que el futuro de Diverciencia está asegurado incluso sin ella. “Aquí hay un grupo amplio de profesores que está haciendo ciencia de otra manera y siendo muy ambiciosos en proyectos que van naciendo con ellos, llevando el método científico a rajatabla”, explica

¿Y por dónde pasa el futuro de Diverciencia? “Tiene que ir a sumar más centros y a sumar más comarca. Este año hemos tenido centro de Facina, de Tarifa, de San Enrique de Guadiaro, de La Línea, pero no tenemos de Los Barrios y yo quiero que Diverciencia avance hacia una feria comarcal. Nuestras puertas  siempre están abierta para todos los compañeros. Hay que crecer y dar a los alumnos la ilusión para que emprendan estudios de ciencias. Va a hacer mucha falta en los años que viene ingenieros, tecnólogos, físicos, matemáticos y es importante que los escolares y los estudiantes pierdan el miedo a las ciencias y le saquen gusto, porque probablemente en ellas esté su futuro”,  explica esta biólogo y profesora.

 

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