Al borde de un ataque de nervios pero miles de onubenses se marcharon en la tarde de ayer del estadio Nuevo Colombino con una sonrisa de oreja a oreja. El partido fue malo y, en muchas fases, angustioso. Pero el Decano se llevó tres puntos fundamentales para colocarse un punto por encima de la promoción de descenso. Había ganado el Jumilla y Las Palmas Atlético, y había puntuado el Mérida. El Recreativo no podía fallar, y no lo hizo.
Quedan todavía tres finales por delante para eludir el pozo de la clasificación. No será fácil pero los onubenses dependen de sí mismos. Con un ritmo frenético y con ocasiones en ambas áreas arrancó el duelo dramático por la permanencia.
Era un partido clave y ambos equipos se jugaban su supervivencia en la categoría. Lazo y Núñez estuvieron cerca del gol. El primero probó fortuna con un disparo dentro del área y el segundo cabeceó desviado. Por su parte, los gaditanos dispusieron de hasta seis saques de esquina que pusieron en jaque a la defensa albiazul.
Con el paso de los minutos, el San Fernando se adueñó del partido a base de su brusco fútbol y gracias a las indecisiones del colegiado canario del encuentro. Esto provocó que se caldeara el ambiente y que los miles de recreativistas protestaran de forma airada la actuación del árbitro. Los onubenses sufrían y apuntaba muy negro el envite. Al descanso se llegó con empate sin goles, y gracias.
Nada más empezar la segunda mitad, Javi Casares rozó el 0-1 con un cabezazo dentro del área. Además, Juanje Torreón obligó a Marc Martínez a lucirse después de un buen disparo.
Pintaba la cosa mal. Muy mal. Sin embargo, cuando más presionaba el San Fernando y peor lo estaba pasando el Recreativo, llegó el gol. Bendito gol. Carlos Lazo, una vez más el mejor recreativista en el césped, golpeó duro y seco un balón en la frontal del área y el cuero rozó en un defensa y se terminó colando dentro de la portería. Frenesí en las gradas y alegría controlada en el campo. A partir del gol, el Recre no sufrió en exceso pese a una actuación arbitral que invitaba al enfado.
El San Fernando intentó dar un paso adelante pero los albiazules se replegaron bien y comenzaron a jugar sin tanta precipitación. Negredo refrescó piernas y eso le vino genial al equipo.
Sobre todo por la entrada del canterano Víctor Barroso. Corría el minuto 87 y se inventó un buen balón entre líneas que controló Iván Agudo dentro del área. Allí, Juanje Torrejón derribó al recreativista. Boris Garrós tomó la responsabilidad de lanzar la pena máxima y no defraudó. El catalán puso el 2-0 en el marcador y la afición pudo respirar.
Sufrimiento hasta el final
Sin embargo, el partido no quedó aquí. Siete minutos de alargue dieron para mucho. El San Fernando buscó el gol con ahínco y meterse en el partido. En el minuto 95, el colegiado pitó un dudoso penalti por un posible agarrón de Julio Rodríguez sobre Buba. Al veterano Pedro Ríos no le tembló el pulso e hizo el 2-1.
Lo mejor era que ya apenas quedaba nada de partido. Los albiazules aguantaron su ventaja en el marcador y certificaron una importante victoria. Ahora, el Recreativo tendrá que jugar ante el Granada B a domicilio, recibirá al filial de Las Palmas (situado en promoción de descenso) y acabará el curso liguero en Jumilla.
Los onubenses suman 43 puntos, uno más que Las Palmas Atlético, y acumulan dos victorias seguidas como locales. Eso sí, hay que ganar, como mínimo, un partido más lejos del Nuevo Colombino y no pinchar ante los canarios. Por su parte, el San Fernando también está metido en la quema del descenso y se jugará su continuidad en la división de bronce del fútbol nacional en las próximas semanas.