El promotor del hotel rural de dos estrellas en el paraje Los Ricardillos, junto a la cala de San Pedro, en Las Negras (Almería), propone reconstruir un cortijo que se encuentra en ruinas pero cambiando su "ubicación a unos 300 metros" para sortear las restricciones ambientales que rigen en la zonas calificadas como B1 en la normativa del parque natural de Cabo de Gata-Níjar.
Así, la localización que propone dentro de la misma finca catrastral según afirma, se sitúa en zona B2, ubicación "mejor ambientalmente" y que le permitiría acogerse al artículo 4.2.11 del Plan de Usos y Gestión (PRUG) del espacio protegido que dice que para construir una nueva edificación en parcelas donde existan restos rehabilitables tiene que demostrarse la inviabilidad de la rehabilitación o proponerse una ubicación alternativa más adecuada desde el punto de vista ambiental.
Argumenta el promotor que el proyecto, sometido a información pública y consultado por Europa Press, se acoge también a este artículo porque el cambio de ubicación permite evitar los problemas de olores provenientes de la depuradora de Las Negras debido a la orientación del cortijo en ruinas, porque la edificación en ruinas es anterior a la declaración de parque natural y porque prevé la restauración para que vuelvan a funcionar en su forma y situación original los aljibes, pozos y norias existentes en la parcela.
Cabe recordar que el Plan de Ordenación de Recursos Naturales (PORN) de Cabo de Gata-Níjar establece que la calificación de B1 es "incompatible con la construcción de nuevas edificaciones o rehabilitación de las existentes", una restricción que no se da en las zonas calificadas como B2.
Según se recoge en la memoria del proyecto presentado al Ayuntamiento de Níjar, la actuación consiste en levantar un hotel rural de dos estrellas de nueva planta a unos 300 metros del actual cortijo y con dos alas; el ala este acogería la recepción, el salón cafetería, aseos generales y cuartos de instalaciones y almacenaje mientras que el ala noroeste tendría 11 habitaciones con baño y terraza con vistas que se traducen en 22 unidades de alojamiento.
Contempla el promotor también la construcción de una piscina mientras que la zona para aparcamiento se dispondría en la propia pista de acceso existente. En total, la edificación tendría 500 metros cuadrados, con sótano y planta baja. El plazo estimado de ejecución es de dos años y la inversión, 925.474,51 euros con un cálculo de 15 años para recuperarla.
El proyecto no incluye acometidas ni para abastecimiento de agua ni para la red eléctrica ya que propone servirse de un aljibe existente en una calera y de un grupo electrógeno. Para el alcantarillado, aboga por instalar una depuradora ecológica de oxidación total estanca y por contratar una empresa homologada para la retirada periódica de los residuos que se generen.
El promotor sostiene, asimismo, que el hotel cumple el artículo 42 de la Ley de Ordenación Urbanística de Andalucía (LOUA) que se refiere a actuaciones de interés publico en terrenos no urbanizables ya que la finca pretende realizar un cambio de uso de la edificación existente, uso residencial de vivienda, a un uso turístico hotelero.
"Se cambia de ubicación el cortijo actual, cambiando su uso a hotel rural, manteniendo sus condiciones estéticas, la ubicación es cercana a la existente del cortijo, en zona B2 con menos restricciones ambientales, con un impacto paisajístico mínimo y edificio completamente integrado en el medio que no supone barreras visuales ni distorsiones ambientales ya que se empleará arquitectura cúbica, cubierta plana huecos rectangulares y fachada blanca", concluye la memoria.
ALEGACIONES DE COLECTIVOS ECOLOGISTAS
Cabe recordar que la asociación 'Amigos del Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar', en Almería, ya ha advertido mediante la presentación de alegaciones al proyecto de que la finca donde se asientan los restos de un cortijo es zona B1 en la normativa ambiental del espacio protegido y por tanto "incompatible con la construcción de nuevas edificaciones o rehabilitación de las existentes".
En esta línea, ha alertado de que el promotor de la actuación no pretende rehabilitar las ruinas existentes en el denominado cortijo 'El Ricardillo', "sino construir un edificio de nueva planta en otra ubicación que dice estar en la misma finca pero en otra parcela catastral", para lo que se acoge al apartado 4.2.11. del Plan de Usos y Gestión del parque natural.
La asociación sostiene, sin embargo, que, como las ruinas existentes están en zona B1 y no se pueden rehabilitar "ya que se destina a una actividad económica lucrativa de alojamiento turístico no compatible con los usos y actividades permitidas" en dicha zona, el proyecto no es "viable" de acuerdo al Plan de Ordenación de Recursos Naturales (PORN) ya que sería necesario que existiesen "restos rehabilitables".
En sus alegaciones, argumenta, asimismo, que el proyecto no hace ninguna mención "sobre los posibles problemas" que se puedan generar relacionadas con la movilidad sostenible ya que solo hay "dos formas de acceso; uno peatonal, un sendero de titularidad pública y un antiguo sendero de donde se ha aperturado un camino ilegal para coches, donde el PORN no permite el uso de vehículos ni el estacionamiento".
"El hotel podría tener aforo para más de 50 personas, lo que supondría incrementar en número exponencial de tráfico rodado en la zona y contravenir el plan de movilidad sostenible del parque", añade si bien el proyecto debe obtener la autorización unificada ambiental por parte de la Junta de Andalucía.
'Amigos del Parque' alude a la "presión humana" y sus consecuencias sobre la calidad del aire o la contaminación acústica y lumínica sobre una zona "natural que actualmente el totalmente virgen" y reprocha que el promotor "omita realizar un adecuado análisis del tratamiento de aguas residuales cuando no es posible la conexión a la red general y no dispone de medios suficientes para tener una planta propia".
Expresa también el colectivo su "sorpresa" ante la afirmación "de el suministro eléctrico será mediante un generador, siendo una improvisación que no solo puede general ruidos y una emisión de gases contaminantes sino un propio perjuicio para los propios usuarios de este hotel, por los continuos cortes de luz" y afea que no se refiera "nada relacionado con la autosuficiencia energética o eficiencia".